El diseño del área metropolitana central de Asturias pasa a ser, celebra el alcalde socialista de Oviedo, "un proceso de abajo arriba". El Principado ha prometido dar más protagonismo a los ayuntamientos en la ordenación del centro urbano y eso a ellos les parece nuevo y mejor. Aparenta ser "más integrador y respetuoso para las competencias municipales", aprecia el teniente de alcalde del gobierno de Foro en Gijón, Fernando Couto, y cumple el requisito de "reactivarse" aunando esfuerzos con una estrategia "muy horizontal", con el Principado y los ayuntamientos, añade la alcaldesa de Avilés, la socialista Mariví Monteserín. Todo esto será más provechoso, remata el presidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), Ignacio García Palacios, si además opta por "una línea de carácter más práctico" y se centra menos en las grandes estructuras administrativas.

El viraje hacia un modelo de ordenación que tenga más en cuenta a los municipios en su diseño, anunciado el pasado jueves por el consejero de Infraestructuras de común acuerdo con IU, abonó ayer ese rebrote de esperanzas en la zona del municipalismo asturiano hasta ahora más reticente, sobre todo en Gijón, y al menos la abierta reprobación del PP. Los populares lamentan "un timo político a los asturianos" en el que "vuelven a hablar de consorcios, de más chiringuitos para que los socialistas hagan lo que mejor saben, duplicar gastos para prestar los mismos servicios".

La idea del consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, adelanta para este mes la constitución de un "grupo de trabajo" donde el Principado y "un conjunto primacial de ayuntamientos" definan las directrices de la ordenación del área metropolitana. La novedad es un protagonismo municipal que se echaba en falta en la versión anterior, la pilotada con Belén Fernández al frente de la Consejería, y que parece haber apaciguado algunas de las reticencias del mayor concejo de Asturias. En Gijón, Fernando Couto festeja el viraje mientras se remite a las conclusiones del acuerdo social y político alcanzado en el Consejo Social Municipal de Gijón, que entre otras condiciones puso en 2016 la necesidad de que la arquitectura institucional del área se definiera en una ley autonómica o el respeto a la incorporación voluntaria de cada concejo. "Colaborar, colaboraremos", destacó ayer Couto en relación al nuevo proyecto, que en la corporación gijonesa celebró también Xixón Sí Puede por el abandono de la "vía unilateral".

El cambio satisface igualmente en Oviedo, donde el Alcalde comparte la dimensión "buena noticia" otorgada en Gijón al anuncio y a la expectativa de que "los ayuntamientos seamos los impulsores del área metropolitana". Wenceslao López aprecia "urgente que afrontemos ese reto y transformemos en algo cotidiano lo que ya es real en Asturias, el gran área central a la que tenemos la obligación de hacer frente y tratar de coordinar con servicios municipales y flujos económicos, culturales y comerciales".

En la urgencia de la "reactivación" confluye la alcaldesa de Avilés. Mariví Monteserín se dice abierta partidaria de reanimar el proyecto aunando esfuerzos, contando con el Principado y los ayuntamientos para "definir bien el campo de actuación en aquellas cuestiones en las que la colaboración es más determinante". Menciona "la movilidad, la sostenibilidad y la consecución de un medio ambiente cultural en el que todos seamos complementarios".

Desde la representación colectiva de los ayuntamientos asturianos, Ignacio García Palacios observa que la versión anterior encalló en el mecanismo de gobernanza, sin acuerdo entre los agentes implicados respecto al rango y las competencias que debía tener el organismo rector. Falló por "exceso de ambición" en la búsqueda de una gran estructura de gobierno. Dicho eso, al presidente de la FACC y alcalde de Navia le agrada también el prometido incremento de responsabilidad de los ayuntamientos en el diseño, pero reclama sobre todo "una línea de carácter más práctico, sin órganos complicados". A saber, el área metropolitana necesitará una estructura funcional, pero de entrada está pidiendo sobre todo centrarse en "lo más inmediato, en lo más pragmático", en las "políticas concretas" que darán contenido a la conurbación. Y cita las comunicaciones y la movilidad entre los asuntos "interesantes que conviene poner en marcha ya".

Políticamente, mientras tanto, el Gobierno tiene a su lado a IU y conecta en este punto con la Federación Socialista Asturiana, pero ayer se le desmarcó sonoramente el principal partido de la oposición. El diputado del PP Rafael Alonso entró en la cuestión recordando los "veinte años" de proyectos fallidos de los gobiernos socialistas sobre el área central e interpretando que esta marcha atrás es un nuevo reconocimiento de otro fracaso. "El actual consejero", dice sobre Fernando Lastra, "ya reconoce que el plan anterior era una chapuza. Era una chapuza antes y lo es ahora, Lastra es el heredero de una chapuza socialista que él defendió a capa espada con Areces y con Javier Fernández". Alonso aprecia que el grupo de trabajo proyectado amenaza con "sustituir a la Junta por un grupo de amigos" y aventura que el proyecto puede ser "una fórmula del consejero para buscar aliados en su promoción política" de cara a las próximas primarias del PSOE.