Más de 48.000 mujeres adultas en Asturias tienen Enfermedad Renal Crónica (ERC) y se asocia a factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes, elevados niveles de colesterol, sedentarismo, tabaquismo y antecedentes cardiovasculares, además de la edad. Son datos del Informe que la Sociedad Española de Nefrología (SEN) ha elaborado con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra el próximo 8 de marzo, basado en los estudios Epirce y Enrica-Renal, el cual recoge un anexo especial dedicado a la salud renal en la mujer.

En Asturias, según ha indicado en nota de prensa la Sociedad Española de Nefrología, hay 685 mujeres por millón de población en diálisis o trasplante (Tratamiento Renal Sustitutivo, TRS), muy por debajo de la media nacional de 842.

Por su parte, el número de nuevos casos alcanza las 71 mujeres por millón de población, también inferior a la media nacional de 86. El número total de hombres y mujeres que están en TRS en Asturias se sitúa en 1.026 por millón de población, también bastante por debajo de la nacional con 1.200 por millón de población; y la incidencia en 140 por millón de población, prácticamente igual a la media nacional de 142 por millón de población.

El informe elaborado por la SEN hace hincapié en la necesidad de combatir de forma específica los factores de riesgo de la ERC que, en algunos casos, alcanzan una prevalencia preocupante. Según datos del Estudio de Riesgo Cardiovascular en España (Enrica) y del subestudio ENRICA-Renal1, el sedentarismo llega en la mujer al 70 por ciento, un porcentaje bastante mayor que en el hombre.

De hecho, menos del 50 por ciento de las mujeres cumplen con la recomendación de 150 minutos de actividad física semanal en ratos de ocio (2,5 horas), mientras dedican 840 minutos (14 horas) a ver la televisión.

Los datos de sedentarismo se conectan con los de sobrepeso-obesidad. Un 74 por ciento de las mujeres adultas en España presenta exceso de peso. Por su parte, los niveles elevados de colesterol afectan a más de la mitad de las mujeres (52%). Un 25 por ciento de las españolas fuma en este estudio. En relación con el resto de factores de riesgo, según datos del estudio Enrica, la prevalencia global de hipertensión arterial (HTA) en mujeres se sitúa en el 28 por ciento, aunque en mayores de 65 años sube al 68 por ciento, mientras que el 6 por ciento de las mujeres padecen diabetes, porcentaje que sube al 17 por ciento en mujeres mayores de 65 años.

Junto a todos estos factores de riesgo, la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica crece en las mujeres con la edad, y si la prevalencia global se sitúa entre el 7-9 por ciento, la específica en el grupo de mujeres mayores de 65 se eleva al 17 por ciento.

El 39 por ciento de las mujeres en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) -hemodiálisis, diálisis o trasplante- tienen edades comprendidas entre los 36-55 años, situándose la media de edad en los 55 años, y un 13 por ciento son pacientes de 18 a 35 años. En España, más de 21.100 mujeres están en TRS y en 2016 representaron el 33 por ciento de nuevos casos.

Las principales causas de Enfermedad Renal Crónica terminal que conducen a TRS en la mujer son la diabetes (18%), la nefropatía vascular (17%), la nefropatía intersticial crónica (11%) y las glomerulonefritis (10%). En el caso del trasplante, las mujeres son, en España, más donantes que receptores. En concreto, las mujeres representan el 40 por ciento de los donantes de riñón, y el 36 por ciento de los receptores.

Todos estos datos hacen necesario insistir entre la población femenina en la importancia de seguir unas pautas de vida saludables, con una dieta equilibrada, que evite el sobrepeso u obesidad, y una actividad física regular además del abandono del hábito tabáquico.

En presencia factores de riesgo como hipertensión arterial (HTA), diabetes o colesterol elevado es preciso realizar además controles periódicos, así como, si se tienen más de 65 años, realizar al menos una analítica al año para valorar la función renal.