Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pérez López, en su despacho, y a la derecha, junto al teniente coronel Fernando Cano, jefe del "San Quintín", en un puesto de mando de batallón.I. COLLÍN

MANUEL PÉREZ LÓPEZ | Coronel jefe del Regimiento "Príncipe" número 3

"El Ejército es buena cantera para empresas: ofrece gente con motivación y lealtad"

"Necesitamos más espacio para el personal, es lo más urgente; creemos que bastará con un par de edificios"

El Regimiento "Príncipe" número 3 acaba de iniciar la preparación para la misión del Líbano, que se iniciará el próximo noviembre. Las perspectivas son buenas, dice el coronel jefe de la unidad, Manuel Pérez López (Cádiz, 1966), que asumió el mando el pasado diciembre, aunque no sabe cómo evolucionará la situación. Ahora anda preocupado por la ampliación del alojamiento del acuartelamiento Cabo Noval y también por el futuro de los soldados que abandonarán la unidad con 45 años.

-Ya lleva unos meses. ¿Cómo ve la unidad?

-Venía con muy buenas referencias, pero en este tiempo he podido constatar lo que sabía. La unidad es magnífica, por la calidad de sus hombres y sus mujeres. Tengo un personal excepcional. Sería difícil encontrarlo así en cualquier ámbito. Son gente comprometida con su trabajo, motivada y muy profesional.

-¿Adaptables?

-Es condición del militar. Tenemos que ser flexibles para cumplir nuestras misiones. Ahora vamos a una de Naciones Unidas en el Líbano, que no es puramente de combate. Hace unos días se inició el adiestramiento más específico y pude ver cómo mis soldados están cambiando el concepto. Allí no se trata de ir a pegar tiros, sino de estar alerta, saber reaccionar ante civiles. Flexibilidad total, absoluta.

-¿Cuáles serían las líneas de esa misión en el Líbano?

-Empezará en noviembre. Esta semana estamos con los últimos flecos para seleccionar al personal. Hace unos días hemos iniciado un adiestramiento específico, que son cuatro meses iniciales y otros dos meses en el se integran las unidades que participan. En este caso, vamos con tropas de la Brigada "Galicia", con base en Pontevedra, y otras unidades del resto del país. En estos tres o cuatro primeros meses, los soldados se están adaptando a las tácticas y procedimientos que se precisan en esa zona de operaciones, están aprendiendo cómo relacionarse con la población civil. El "Toledo" formará un grupo táctico con dos compañías del batallón, junto con unidades de Serbia y El Salvador. A finales de septiembre o principios de octubre tendremos un ejercicio de integración y evaluación en el que se comprobará por parte del mando que la unidad está preparada para desplegar. Será en el campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza. Se acabará con una concentración más específica.

-Habla de selección. ¿Se precisa un perfil específico?

-Todo el personal que tengo está capacitado para la misión, de hecho no pueden ir todos los que querrían. Son misiones muy apetecibles desde el punto de vista profesional. El problema son las familias que quedan aquí. La asignación la hacemos por unidades orgánicas. Son gente que se conoce mucho, con lo que la integración ya la tenemos hecha. Eso sí, hay determinados puestos específicos que tenemos que ir cualificando, como los conductores de los vehículos. Si me falta alguna capacidad en esas unidades orgánicas, la añadimos. A lo mejor necesito un especialista de vehículos, pues lo saco de la Unidad de Servicios. Se exige tener unos conocimientos médicos y una cualificación física, que se comprueba haciéndoles pasar las pruebas anuales antes de la misión.

-¿Se les forma para el trato con la población musulmana?

-Quizá sea unos de los factores más importantes de la misión. Primero porque ya te encuentras con una barrera que es el idioma. No todo el mundo puede ir con un intérprete al lado. Estamos en una zona para supervisar un cese de hostilidades. Tenemos que garantizar el apoyo a esa población, apoyar al Gobierno libanés y estamos en contacto con sus fuerzas armadas.

-Es una zona siempre en precario equilibrio. ¿Se espera un empeoramiento de la situación?

-Las previsiones no son malas. ¿Va a evolucionar la misión? Pues no lo sé. Lo que sí sé es que el personal se adaptará a cualquier situación, las actuales, las más probables y las más peligrosas.

-En este tipo de misiones hay casi más bajas por accidentes que por fuego enemigo.

-Es cierto y es una gran preocupación. Por eso, antes de este periodo de adiestramiento que hemos iniciado hace unos días, hemos dedicado seis meses a preparar únicamente a nuestros conductores.

-Cambiando de tercio. El general Rivas anunció planes de reforma para adaptar el acuartelamiento a los nuevos 8x8 (blindados de ocho ruedas).

-Estamos muy avanzados en un proyecto para adecuar las instalaciones. El 8x8 es importante, pero a mí me preocupan mucho más las condiciones de vida del personal, que debe tener unas condiciones de vida y de trabajo óptimas. Este cuartel estuvo muy bien en su día, cuando se construyó en 1985, pero no se han hecho obras en infraestructura desde entonces, salvo el segundo escalón pensado para los nuevos 8x8, de los que este año ya tendremos los demostradores tecnológicos de prueba. Esos nuevos materiales necesitarán tinglados, cuartos de almacenamiento o nuevos simuladores. Pero también necesitamos más espacio para el personal que tenemos ahora. Es lo más urgente. El alojamiento es bueno, pero escaso. Las condiciones de los locales hay que mejorarlas también. Creemos que bastará con la construcción de un par de edificios.

-El Ejército está sufriendo un gran cambio en los últimos años.

-Se está llevando a cabo un plan de transformación, que el nuevo JEME, el general Varela, está reorientando, y ahí se incluyen los nuevos 8x8, modernización de materiales, como los BMR, y ahora se está focalizando el esfuerzo en el proyecto "Brigada 2035", crear una brigada experimental, donde se van a volcar nuevos materiales y recursos para buscar el nuevo modelo de Ejército. El conflicto futuro es difícil de predecir, se buscan unidades polivalentes, versátiles y con gran flexibilidad, que sean capaces de combatir por sí solas con sus propios medios. Cada vez se va a combatir de forma más independiente y en escenarios variados. El Regimiento ha pasado a ser una unidad protegida. Pero seguimos siendo infantes.

-¿Cómo están de personal?

-En cobertura de plantilla estamos al mismo nivel que otras unidades. No tenemos grandes carencias, quizás en algún puesto específico. Pero están cubiertos un 85 por ciento de los puestos militares. Con esos números nos da para tener los dos batallones al completo.

-Últimamente ha salido mucho en los medios el problema del futuro profesional de los soldados que tienen que abandonar el Ejército con 45 años.

-Esto es una preocupación de mando. No somos una oficina de contratación, pero como jefe me tengo que preocupar de los míos. Pero se pueden hacer cosas. A nivel de Ejército, se están incrementando las capacidades del personal que próximamente va a pasar a esa situación, cursos específicos. Hemos acabado un curso de adaptación pedagógica y otro de carné de autobús. Por otro lado, estamos ofreciendo nuestro mejor activo a la sociedad asturiana. Aquí tengo hombres y mujeres excepcionalmente válidos para cualquier trabajo, si bien no tienen las titulaciones adecuadas. Por eso estamos en contacto con FADE y las Cámaras de Comercio para ver qué posibilidades de formación y empleo nos puede ofrecer la empresa asturiana. Asturias necesita trabajadores, y ésta puede ser una buena cantera. Puedo ofrecer una gente con una motivación, una formación en valores, una dedicación y una lealtad a la empresa que no es tan fácil encontrarla en la calle. En los próximos cinco años se marcharán 34 al cumplir 45 años. A ello hay que sumar los que pasan a la Guardia Civil y otros cuerpos como la Policía. El año pasado fueron 32 y este año yo creo que van a ser más.

-Con esto de la crisis, el Ejército se ha convertido en una salida profesional.

-Aumentó muchísimo el personal que se presentaba a las pruebas. Eso supuso para el Ejército una mejor selección. Es una prueba también de que la seguridad y la defensa es cosa de todos. La crisis ha impedido que se nos queden plazas vacías. La gente viene de distintas edades y distintos ámbitos. En dos semanas recibimos a 45 nuevos de reciente incorporación y para final de año recibiremos otros 90 hombres. Así cubrimos los huecos y rejuvenecemos la unidad.

-En breve habrá una jura de bandera en Cudillero.

-El próximo día 19, a petición del propio Ayuntamiento. Es un año especial, porque hace 175 años que la reina Isabel II estableció la actual bandera y estamos intentado contar la historia del principal símbolo de nuestra nación. La jura es una acto bonito y espero que vaya mucha gente. Estos actos no son iniciativa nuestra. Es un honor y una forma de acercarnos a la sociedad. Que unas personas que no tienen obligación de hacerlo quieran renovar su compromiso con la nación de esa forma me parece meritorio. Por otro lado, el 25 de este mes, dentro de los actos con motivo del Día de las Fuerzas Armadas habrá visitas al cuartel de diferentes centros escolares.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.