La 48.ª edición del certamen del queso cabrales, que se celebrará el próximo 26 de agosto en el concejo cabraliego, se presentó ayer en la sidrería madrileña Couzapín, establecimiento ganador de la subasta del mejor queso cabrales del año 2017.

El alcalde de Cabrales, Francisco González, presidió el almuerzo en el que Isaac Loya, cocinero del Real Balneario de Salinas, describió y ensalzó las cualidades y características del cabrales.

Su característica intensidad, sus vetas verdeazuladas y sus notas picantes sólo se pueden desarrollar en las cuevas de las montañas asturianas, en plenos Picos de Europa, con un grado de temperatura y humedad peculiares que dan lugar "a uno de los quesos más especiales de cuantos podemos encontrar en el mundo", explicó Loya.

Veinticinco artesanos

Desde hace 48 años se viene celebrando este certamen, que está considerado uno de los más importantes de España. La mayoría de los 25 productores de queso cabrales con Denominación de Origen Protegida luchan en esta cita anual para alzarse con el premio a mejor queso del concurso, que después se subasta.

La sidrería Couzapín de Madrid fue la que ganó la subasta en la edición pasada y se llevó la mitad del queso cabrales ganador, por el que pagó 3.300 euros. Un año antes habían sido 11.000 los euros pagados, en una subasta sin precedentes y que sigue siendo el actual récord histórico pagado por un queso cabrales.

Los quesos son analizados por un jurado experto que puede puntuar hasta un máximo de 126 puntos al queso que mejores cualidades reúna. Pero, ¿qué se analiza? Que la corteza sea blanda, delgada y de color gris con zonas amarillas y rojizas. Que la pasta sea untuosa, compacta y sin ojos, también se tiene en cuenta la maduración, así como el sabor, que tiene que ser equilibrado, y el olor de la pieza.