La Unión Europea limitará el uso de antibióticos en animales para evitar los efectos que éstos tienen en la salud humana, ya que las bacterias presentes en humanos y animales muestran una resistencia cada vez mayor a los antibióticos más empleados en el mercado, por lo que reducen las opciones para un tratamiento efectivo de las infecciones alimentarias severas.

La UE quiere de esta forma asegurar que, en el futuro, los alimentos de consumo humano estén libres de bacterias resistentes a los antibióticos.

La nueva normativa limitará el uso profiláctico de antimicrobianos a los casos en los que el veterinario constate que existe un elevado riesgo de contagio al resto de animales con "consecuencias severas".

Asimismo señalan que el tratamiento de grupos enteros de animales en los que tan solo uno de ellos presenta signos de infección solo podrá llevarse a cabo cuando no existan "alternativas apropiadas", y siempre tras el diagnóstico de un experto.