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"El aeropuerto es mi vida"

Ángel Suárez-Valdés trabaja en el aeródromo asturiano desde su apertura, en 1968

Ángel Suárez-Valdés, en el aeropuerto de Asturias. RAMÓN DÍAZ

"El aeropuerto e Iberia son mi vida", asegura Ángel Suárez-Valdés Fernández. No son palabras vanas: lleva 50 años trabajando en el aeródromo de Santiago del Monte, desde el mismo día en que abrió sus puertas, en junio de 1968. Este jefe de servicio de Iberia, del que dependen los más de 50 empleados de la compañía en el aeropuerto, es el único que resiste de aquel reducido primer grupo que inauguró las instalaciones. Seguirá trabajando mientras le queden fuerzas.

Ángel Suárez-Valdés es "feliz" en su trabajo, al que se ha entregado "en cuerpo y alma. Al menos, hasta hace diez años que me casé, porque desde entonces tengo que repartirme", comenta con gracia. Incluso en su matrimonio fue determinante el aeropuerto: conoció a la que hoy es su esposa allí, gracias a la cancelación de un vuelo.

Nacido en San Román de Candamo, Ángel se trasladó a vivir a Avilés con 8 años, ya que varios de sus hermanos mayores (eran ocho en total) empezaron a trabajar en Ensidesa. Estuvo dos años en la Escolanía de Covadonga, hizo el bachillerato en Avilés y al cumplir los 18 años empezó a trabajar para el Ministerio del Aire, en las obras de construcción del aeropuerto. Un día, en pleno trabajo, señaló a un rincón y dijo a sus compañeros: "esa va a ser mi oficina". Fue "como una premonición", porque poco después se presentó a una selección de personal para trabajar en las instalaciones y superó la prueba. Y salvo unos días que estuvo en una oficina de Oviedo, toda su vida laboral la ha desarrollado allí. "El aeropuerto es mi casa", destaca.

Ángel, un "hacha" de las nuevas tecnologías, ha vivido el "despegue" del aeropuerto, desde su nacimiento, cuando solo había un vuelo por la mañana y otro por la noche, hasta la actualidad, con más de un millón de pasajeros al año. En las instalaciones castrillonenses ha visto de todo.

Recuerda cuando, con motivo de una actividad de movilidad reducida en Asturias llegó un autobús especial con unos veinte pasajeros que iban a volar a Barcelona. Surgieron una serie de inconvenientes de última hora, entre otros que se durmió el conductor y que no había pasarelas, así que hubo que desarmar las sillas de ruedas y subir a los pasajeros en brazos, uno a uno. Pese a todo, "el avión despegó solo con doce minutos de retraso", rememora. También ha conocido a cientos de personajes ilustres. Destaca a Quini, por su humanidad y por la devoción que despertaba. Recuerda que un día llegaba el Real Madrid para jugar en El Molinón. El cordón de seguridad, infranqueable, iba desde el avión hasta el autobús. Había cientos de aficionados esperando. En eso llegó Quini, encargado de recibir a los "merengues". Ángel lo acompañaba. "Fue aparecer Quini y la gente dejó de hacer caso al Real Madrid. Todos empezaron a corear: '¡Brujo, Brujo, Brujo'! Es increíble lo que la gente quería a Quini", subraya Ángel.

Su trabajo le ha permitido tratar a personajes del mundo de la política, de la empresa, de la farándula... Recuerda por ejemplo la personalidad de Lola Flores, el encanto de Isabel Sartorius, la extraordinaria belleza de Jacqueline Bisset, la sencillez y cercanía de los galardonados con los premios Princesa de Asturias (también se deshace en elogios hacia la Fundación por su labor)... Y, sobre todos, a Bruce Springsteen, que en 1993, después de actuar en Gijón, llegó a las tantas de la madrugada al aeropuerto y, antes de despegar, le regaló una camiseta.

Recuerda también la grabación de la oscarizada "Volver a empezar" (aparece en una escena un instante), la visita del entonces Príncipe Felipe en 1980 "con el entrañable Sabino Fernández Campo", el ajetreo del Mundial de Fútbol de 1982, la concurridísima visita del Papa Juan Pablo II en 1989, el partido Real Oviedo-Génova que en 1991 desbordó literalmente la capacidad del aeropuerto, la visita anual de los Reyes Magos... Y todo lo ha podido vivir en primera persona y en primera línea. De ahí que asegure: "me ha encantado todo lo que he hecho. Volvería a hacerlo".

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