El procedimiento parlamentario de cese del Síndico Mayor de la Sindicatura de Cuentas, Avelino Viejo, ha llegado al momento en el que los grupos de la Junta deben decidir, hoy en la Comisión de Hacienda, si cabe seguir adelante aun a pesar de que los letrados de la cámara piensan que no hay caso. Los reparos jurídicos amenazan con dejar más que tocada la mayoría favorable a llevar hasta el final el expediente, toda vez que aunque sí hay tres quintos de los votos que piensan que Viejo no debe seguir al frente del organismo fiscalizador, el informe contundente de los juristas deja a los políticos "sin las espaldas cubiertas". Esto lo dice así Gaspar Llamazares, portavoz de IU, el grupo que tuvo alguna vez la llave de aquella mayoría que necesitaba a la coalición para sumar los votos necesarios junto a Podemos, Foro y PP. El diputado discrepa del informe, pero lo acata. Sigue pensando que el Síndico debe irse, pero se dice partidario de "esperar a ver qué dicen los otros grupos" mientras opina que la Junta "no debería ir contra los letrados".

La convicción de que ese documento, pese a no ser vinculante, da razones a Viejo en su clara intención de llevar un eventual cese hasta los tribunales pesa también en las otras consideraciones. Enrique López (Podemos) no tiene dudas respecto a la existencia de una base política firme para reprobar a Viejo por su gestión de personal, pero admite que la posibilidad de seguir adelante "desde un punto de vista técnico" debe ser "explorada".

Pedro Leal (Foro) prefiere no pronunciarse hasta hoy y sólo el PP mantiene contundente y abiertamente su tesis de que concurre "un incumplimiento grave de las obligaciones" del síndico. Los letrados, añade José Agustín Cuervas-Mons, se extralimitan en su informe.

Así pues, con el PSOE siempre en contra del cese del síndico cuyo nombramiento propuso, a la vista de Armando Fernández Bartolomé (Cs) el informe es "clarísimo" y reafirma su convicción de que nunca hubo motivos para el expediente.