En la asamblea general de la patronal turística de Asturias, Otea, hubo ayer tirón de orejas a los políticos. Pero no uno, sino varios. El primero: "Ya vale de pedir perdón y de que no nos escuchen". El segundo: "No hay suficientes inspectores para controlar las viviendas de uso turístico, pero sí para las declaraciones de la renta". Y el tercero, aunque hubo más reproches, sonó a rebelión: "Es el momento de que los empresarios lideremos la economía regional frente a los políticos que sólo buscan la solución más rápida por populismo". José Luis Álvarez Almeida, el presidente de los hoteleros, se despachó a gusto contra la Administración al tiempo que anunció la unión de la patronal con las asociaciones de campings y de casas rurales. "No hablamos de fusión, sino de construir una voz única, fuerte y convincente", matizó.

El sector celebró su gala anual en el teatro de la Laboral de Gijón, en la que se reconoció a más de una veintena de empresarios. Hubo tiempo para las risas, para los aplausos e incluso para batir el récord de "escanciado en seco". Mientras Alejandra Venegas echaba un culete sobre el escenario, el público se levantaba de sus asientos para imitar su gesto. "¡Así, así, se echa la sidra!", exclamó la multitud. En la gala hubo también momentos emotivos, como el recuerdo a Celia García Otero, la joven de Cangas de Onís de 23 años que perdió la vida hace menos de una semana en un accidente de tráfico. La proyección de su foto en la pantalla fue acompañada de un emotivo aplauso. A la pregunta de cuáles son los retos del sector, José Luis Álvarez Almeida respondió sin titubear: "Que los ayuntamientos se den cuenta del liderazgo económico que representamos. No podemos ir a rebufo de las decisiones políticas".

El presidente de los hoteleros fue aún más crítico en la clausura de la asamblea general, que tuvo lugar antes de la gala. "Debemos reinventar el sistema formativo turístico, el de ahora no funciona", reclamó Almeida. Tampoco funciona, a su juicio, "el sistema de conectividad, el normativo, el de comunicaciones...". Y puso varios ejemplos. "En el tema de las terrazas no nos escuchan. Las que están ubicadas en los cascos antiguos de las ciudades dependen de la dirección general de Patrimonio y no hay respuesta ni solución a nuestros problemas. Ahora mismo pedimos una excepción para el Mundial (de fútbol) con los televisores y sólo nos escuchó Gijón, el resto de ayuntamientos callan", denunció. Sobre las licencias a los bares, la eterna pelea: "Podemos llegar a esperar un año para que nos dejen instalar una carpa para una boda u otro evento dentro de nuestra propiedad. Si de repente lo pide una fiesta ilegal, entonces el expediente se resuelve en una semana. Y vienen con todo: barra, cocina, cables por el suelo...".

Hay más ejemplos. "Creemos que los centenarios de Covadonga no se han utilizado con fuerza para que sea uno de los revulsivos de este año. Hemos propuesto actividades, actuaciones... Y siguen estancadas. Los empresarios no formamos parte de la mesa donde se trabaja todo ello. Es una pena", protestó Almeida. Pese a ello, la patronal turística concedió ayer el premio "Embajador asturianía" a Covadonga "para que vean que estamos dispuesto a colaborar", remarcó el presidente. Álvarez Almeida concluyó su discurso con el objetivo de "seguir trabajando por una voz única, fuerte y sin tapujos", porque, añadió, "detrás de ella hay 41.000 familias, que representan el 12% del empleo y contribuyen al 11% del PIB asturiano".

A la reunión asistieron también el presidente de la Federación Española de Hostelería, José Luis Yzuel; el consejero de Turismo, Isaac Pola; y el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Belarmino Feito. El líder de los empresarios pidió que la alianza entre campings, casas rurales y Otea "no se quede sólo en un acuerdo de intenciones, sino que se materialice". Feito aseguró que "somos una región privilegiada y aventajada" y advirtió que "nuestro principal error es medir nuestro potencial turístico contabilizando el número de turistas que nos llegan". "Asturias no tiene que competir con otros destinos, como el Mediterráneo, masificados. Perderíamos el atractivo de este paraíso natural", enfatizó. A esto mismo se refirió el consejero Pola, pese a que 2017 fue "año récord en visitantes, pernoctaciones y gasto".

De los discursos y la fiesta oficial en el interior del teatro a la no oficial a las puertas de la Laboral. Los pitos de un grupo de representantes de Comisiones Obreras pelearon en ruido contra las gaitas de la banda gijonesa Noega. "Estamos aquí porque los empresarios se niegan a negociar el convenio de hostelería. No se toca los salarios desde 2014", denunció su portavoz, Consuelo Carrocera.