Dos de los candidatos a alzarse con la presidencia del PP, Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría, coincidieron ayer en Asturias para recabar apoyos ante la inminente votación por hacerse con la presidencia del partido. Los dos dirigentes llegaron en el vuelo Asturias-Madrid de primera hora de la mañana, pero, casualidades, no coincidieron. Soraya Sáenz de Santamaría explicó que "las señoras embarcan primero, pero habrá tiempo para hablar y cambiar impresiones. Somos compañeros de partido". Delante de la sede del PP, en pleno corazón de Oviedo, esperaban a la exvicepresidenta del Gobierno, la presidenta del PP Asturiano, Mercedes Fernández; la mayor parte de los diputados regionales, Teresa Mallada (presidenta de Hunosa), el senador Ovidio Sánchez, ediles y simpatizantes y un discreto Caunedo, exalcalde de Oviedo, que esperó al final del acto para abrazar, con ímpetu, a Sáenz de Santamaría.

"Me comprometo a cumplir con todos los compromisos que se habían contraído con Asturias y en los plazos adecuados", dijo la exvicepresidenta en caso de conseguir llegar a la Presidencia del Gobierno. Con un pantalón blanco y jersey azul marino y a cara lavada llego Santamaría a Oviedo, sonriente y defendiendo su candidatura "como la mejor", sabedora de que las encuestas que maneja el partido apuntan a su favor. A su lado, la exministra Fátima Báñez, a quien agradeció su trabajo junto a Rajoy por las "mejores cifras de la afiliación a la Seguridad Social de los últimos diez años". Diecinueve millones.

Dijo Sáenz de Santamaría que hay "muchísimos españoles que tienen un sentimiento de injusticia muy grande, consideran que está gobernando quien no ha ganado las elecciones. Como estamos viendo, Sánchez en el Gobierno supone un peligro y un riesgo para España, para su estabilidad y su unidad", concretó. Sáenz de Santamaría también añadió que hay que "dejar de usar la corrupción como arma arrojadiza" y lanzó un dardo a la asturiana Adriana Lastra, que acusó a los candidatos populares de no estar libres de "polvo y paja". " Más le valdría ser un poco más prudente. La corrupción es algo que preocupa al PSOE sólo cuando no afecta a su partido, pero se les ha acabado el comodín porque tienen bastante que explicar de cara adentro". La exvicepresidenta se mostró muy crítica con el acercamiento de los presos catalanes. "Los independentistas le dieron el Gobierno a Sánchez, espero que él no les regale España", señaló. En cuanto al cambio de dirección de RTVE dijo Sáenz de Santamaría que el PSOE "trapichea con la televisión pública".