Unas 2.000 personas se dieron cita ayer en Covadonga para participar en una misa celebrada por el prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, en su primera visita a Asturias desde que asumió este cargo, en enero de 2017. "Mucha gente viene a Covadonga y vuelve a su casa con el corazón renovado", afirmó Ocáriz durante la homilía de la eucaristía que casi 50 sacerdotes oficiaron con el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, y el abad de Covadonga, Adolfo Mariño.

El máximo responsable del Opus dei, que reside en Roma y pasa estas semanas en Pamplona, visitó el Real Sitio invitado por el Arzobispo con motivo del Año Jubilar Mariano que conmemora el centenario de la coronación canónica de la Santina. A su llegada, el prelado visitó la Santa Cueva. Al inicio de la misa, Sanz Montes dirigió un discurso de bienvenida en el que agradeció la colaboración del Opus Dei en la diócesis en espacios como la educación, la familia y los ámbitos profesionales, "santificando el trabajo como una obra de Dios inacabada".

Tras la misa, el arzobispo de Oviedo y su invitado se dirigieron a la casa de ejercicios espirituales de Covadonga para almorzar con un grupo de colaboradores.