Javier Fernández propondrá a Pedro Sánchez prorrogar la vida de las minas asturianas más allá del 31 de diciembre de este año y también pedirá al Presidente que su Gobierno no acelere el cierre de las centrales térmicas, en contra de los planes de la nueva ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. El presidente del Principado aprovechó el pleno monográfico en la Junta General para reclamar una planificación ordenada sobre la transición energética mientras que la oposición pareció cerrar filas contra "la descarbonización exprés" que abandera Ribera. Ahora está por ver que esa supuesta unidad fructifique en una declaración institucional que refuerce la posición de Javier Fernández en la reunión del 25 de este mes en Moncloa con Pedro Sánchez.

"¿Por qué la transición energética tiene que ser más rápida en España que en el resto de Europa?". Javier Fernández expresó con esa pregunta su rechazo a la aceleración de los plazos para la reducción de emisiones acordada en París. El presidente del Principado aseguró que en esa primera reunión en Moncloa con Pedro Sánchez mantendrá "el mismo discurso" que ya trasladó al Gobierno de Mariano Rajoy tanto en materia energética como minera. "Pediré que establezca interlocución con Bruselas para prolongar la vida de las explotaciones mineras, sin que haya que proceder a la devolución de las ayudas recibidas lo que supondría su cierre inmediato", avanzó Javier Fernández, quien dejó patente su malestar con los anuncios realizados por la nueva ministra sobre el futuro de las térmicas.

Las otras tres propuestas del presidente del Principado están relacionadas con la actividad de esas instalaciones, vitales para el precio de la electricidad: pedirá una estrategia a medio y largo plazo sobre la política de cierres y que esté sujeta a revisión porque, advirtió, "los escenarios energéticos son muy débiles, muy falibles"; reclamará un cambio de la ley eléctrica que dé al Gobierno central el control cuando una eléctrica pretenda cerrar una central térmica, y urgirá al Ejecutivo de Sánchez a poner fin a los anuncios que hagan peligrar las inversiones en esas instalaciones.

Javier Fernández también quiso dejar claro que no existe por parte de su Ejecutivo "ninguna actitud negacionista del cambio climático; no somos la aldea gala que se opone a la romanización". Y señaló la necesidad de articular una estrategia sobre la transición energética "a corto, medio y largo plazo porque si no las consecuencias serán muy negativas".

La decisión del Presidente de reservar para el final de su intervención las propuestas que llevará a Moncloa abonó el reproche, compartido por los portavoces de la oposición, de que faltaban medidas concretas para hacer frente a la "descarbonización exprés" que ha propuesto Ribera.

La presidenta de los populares asturianos, Mercedes Fernández, se mostró incisiva y directa. Lamentó el bajo perfil político del discurso de Javier Fernández y planteó que el nuevo gobierno de Pedro Sánchez "pactó la descarbonización exprés" con el nombramiento como ministra de Teresa Ribera, "la señora del proyecto Castor; se eligió a la ministra para el/www.lne.es/economia/2018/07/11/cierre-termicas-subiria-electricidad-12/2316208.html cierre de las térmicas". Unas palabras a las que respondió el presidente del Principado en su réplica final: "No sé si hay pactos por detrás, soterrados, oscuros, eso que tanto le gusta a la derecha porque un pacto contra natura siempre es más seductor que el normal acontecer."

El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, echó en falta en la primera intervención del presidente regional las "medidas concretas" que Fernández acabó revelando después, e hizo un llamamiento para que los grupos de la Cámara regional sean capaces de consensuar "una declaración institucional frente a la ruptura que pretende la Ministra, que no quiere conciliar intereses contrapuestos".

El presidente de Foro, Pedro Leal, advirtió que la descarbonización exprés "penalizará al sector industrial en Asturias y "favorecerá las deslocalizaciones" mientras que la diputada Lorena Gil, de Podemos, abogó por la conveniencia de un frente común en Asturias "que defienda una transición justa, mantenga el empleo y no deje en Asturias la contaminación y los problemas de sanidad derivada de ella".

Nicanor García, de Ciudadanos, tachó de "temeridad" los planes de Teresa Ribera y se mostró partidario, también, de un consenso ante "un cambio inevitable, pero que debe hacerse de forma justa, negociada y teniendo en cuenta a los territorios".