La presidenta del PP asturiano y sus más próximos deshojarán en el último minuto la margarita para decidir si los compromisarios que controla el sector oficial del partido se inclinan por Soraya Sáenz de Santamaría o por Pablo Casado en el congreso nacional que deberá elegir al sustituto de Mariano Rajoy al frente del partido. Hay quien incluso recuerda las viejas jugadas del sindicato minero SOMA en los congresos socialistas para poder colocarse en el lado ganador o, incluso, resultar decisivo. Lo cierto es que los populares asturianos tendrán poco peso frente a otros territorios, y algunos de los que en las primarias respaldaron a Dolores de Cospedal ya se van repartiendo entre las dos únicas alternativas que quedan. El resultado final tendría lecturas relevantes. Para los dirigentes más alineados con Mercedes Fernández, respaldar a Soraya Sáenz de Santamaría tendría el riesgo de dar un punto extra al exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo (alineado con la exvicepresidenta), que pocos quieren concederle. Hay quienes hacen, en cambio, lecturas positivas sobre Pablo Casado, como la posibilidad de que pueda ofrecer una imagen que compita con Ciudadanos o que, incluso, impulse una plataforma que sume otras fuerzas de centro-derecha, la vieja idea que Aznar soltó ya hace tiempo en los mentideros. ¿Resucitarían en ese caso las hipótesis de un alianza electoral entre PP y Foro en Asturias?