La caída del turismo se nota hasta en las panaderías, con una reducción de las ventas que se sitúa entre el 8 y el 10 por ciento en el caso de la restauración, según coincidieron en señalar los responsables de varios negocios del sector.

"Normalmente empieza el movimiento fuerte después de los Sanfermines, pero este año no ha sido así. Las ventas parece que han repuntado algo esta semana, pero nada que ver con el año pasado. A ver si en agosto mejora algo, porque junio y julio han sido muy bajos", señaló un responsable de un importante negocio de panadería que sirve a restaurantes ovetenses y que reclamó anonimato.

Panaderías más pequeñas también notan el descenso respecto del año pasado, fundamentalmente porque muchos clientes habituales se han ido de vacaciones a lo largo de este mes y otros porque no han llegado visitantes que en otras ocasiones en estas fechas ya se habían desplazado a pasar al menos unos días a Asturias antes de las vacaciones de agosto. "Hay una familia aquí que a finales de junio siempre vienen los hijos y los nietos. Este año hace tan mal tiempo que han decidido ir a otro sitio y ya vendrán para agosto", aseguraba el propietario de una panadería de Gijón. "A ver si esto mejora porque está siendo un año muy raro. Hay hasta sitio en las cafeterías", añadió.