Estudiar en el extranjero durante un tiempo está dejando de ser una opción para convertirse casi en una obligación. Ayer lo advertía en una mesa redonda celebrada en la Feria Internacional de Muestras el Vicerrector de Extensión Universitaria y Proyección Internacional, Francisco José Borge. "Tenemos que internacionalizarnos o morir", aseveraba. Porque las estancias en el extranjero y el interés por el ámbito internacional "son un plus que valoran las empresas a la hora de contratar estudiantes; va a llegar un momento en el que muy pocas de ellas vayan a contratar a gente sin experiencia internacional y que no hable inglés, son dos aspectos fundamentales", recalcó.

De ahí el creciente interés de los universitarios asturianos por participar en los programas de movilidad que oferta la Universidad, con las becas Erasmus como principal reclamo. Este año se han recibido un total de 1.265 solicitudes para estudiar en el extranjero el curso que está a punto de comenzar. El año pasado salieron de Asturias 872 alumnos a 28 países de todo el mundo, con destinos cada vez más diversos como Rusia, Egipto Filipinas, México o Túnez. Y del mismo modo, Asturias se está convirtiendo en un foco atractivo para los extranjeros que quieren estudiar español. El año pasado llegaron a la Universidad de Oviedo 578 alumnos de procedentes de 24 países, y el objetivo que se marca el Vicerrectorado es el de llegar a un equilibrio "de mil y mil, un millar de alumnos salientes y otro millar de entrantes", sostuvo Borge.

A pesar de las cifras al alza, los alumnos que salen fuera suponen sólo el 12 por ciento de la matrícula en la Universidad de Oviedo. Convencidos de que "es necesario animar a todo el mundo a que aproveche esta oportunidad" la Universidad celebró ayer una mesa redonda en la Feria con la participación de varios alumnos extranjeros en Oviedo y dos alumnas asturianas que han cursado un año fuera.

Entre todos ellos resumieron una experiencia que "hay que probar; la recomiendo plenamente por lo mucho que enriquece en lo personal y lo cultural, en independencia y en el aprendizaje de otro idioma", indicaba Ángela Fernández, estudiante de Psicología que disfrutó de una Erasmus en Turín. Del mismo modo, Iris Menéndez, graduada en Biotecnología, descubrió en Finlandia "una cultura muy diferente, aunque en lo educativo no tenemos nada que envidiarles".

En el caso inverso, Marcos Alvarado, de Costa Rica, ha recalado en Oviedo para estudiar Musicología atraído por "unas instalaciones de primera y una gran cultura del emprendimiento". Un aspecto muy valorado también por Nahim Luján, estudiante mexicano de Derecho, Alexander Prosenkov, médico ruso que está realizando el doctorado en Biotecnología en Mieres o Song Meng, alumna china a la que estudiar español en Asturias le ha brindado una oportunidad laboral en su país. Todos ellos sostienen que la oportunidad de estudiar en el extranjero "es imprescindible hoy en día".