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El puente del embalse de Barrios de Luna será rehabilitado a partir del próximo año

Los expertos asturianos descartan que haya riesgo de tragedias como la del viaducto de Génova, pero reclaman tecnología "para predecir problemas"

El puente de Barrios de Luna será rehabiltado a partir del año que viene. LNE

El puente atirantado que discurre sobre el embalse de Barrios de Luna -en territorio fronterizo entre Asturias y León- será sometido a obras de rehabilitación a partir del próximo año. El objetivo último de estos trabajos consiste en evitar tragedias como la sucedida anteayer en Génova (Italia), donde el derrumbamiento de un viaducto ha causado 39 muertos. La reforma podría implicar la sustitución de los tirantes del puente "Ingeniero Carlos Fernández Casado".

La infraestructura de Barrios de Luna -cuya longitud total es de 643 metros- está emplazada en espacio leonés, pero es el puente más conocido por los asturianos dentro del modelo atirantado, en el que se encuadra el de Génova. A esta misma estructura obedece el puente por el que transcurre el corredor del Nalón, en Sama (Langreo). Entre tanto, "el puente de Navia es parecido, pero con otro sistema: el tablero cuelga del arco", explicó ayer a este periódico Ignacio García-Arango, ingeniero de caminos y exjefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias.

Tanto García Arango como los otros expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA dan por sentado que no es en absoluto previsible que en los puentes de la región se registre un colapso como el acontecido en Génova. "En Asturias y en España, las infraestructuras son llamativamente mejores que en otros países. Nuestras empresas y nuestros ingenieros son de los mejores del mundo, junto con los de EE UU y Francia", explica Antonio Navarro, profesor de Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica de Mieres, quien trabajó en el diseño de dos de los grandes viaductos del Principado: los de San Pedro de la Ribera (Oviñana, Cudillero) y Pintor Dionisio Fierros (Ballota, Valdés).

El Ministerio de Fomento está recopilando información sobre los puentes de toda España con la finalidad de poner en marcha un proceso de rehabilitación de los mismos, indicó el profesor Navarro. "Aunque en ocasiones se hable de sobrecostes, la realidad es que en este tipo de obras no suele escatimarse en calidad de los materiales", señaló el docente de la Escuela Politécnica de Mieres. A juicio de Antonio Navarro, "el hormigón pretensado hay que someterlo a una vigilancia especial", pauta que se está siguiendo en el puente de Barrios de Luna.

Juan José del Coz, catedrático del área de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Oviedo, destaca que Asturias cuenta con un catálogo de infraestructuras viarias "relativamente modernas, algunas de las cuales poseen la oportuna monitorización". Sin embargo, agrega, "sería recomendable" un plan de actuación encaminado a que las más importantes contasen con sensores que permiten conocer en tiempo real las temperaturas, tensiones, deformaciones y desplazamientos en ciertos puntos críticos. De este modo, "resulta posible predecir si existe cualquier peligro de colapso o deformación excesiva", asevera Del Coz, a su vez vicerrector de Organización Académica de la Universidad de Oviedo.

Los tres especialistas hacen hincapié en el alarde de creatividad que cinco décadas atrás supuso la construcción del puente de Génova que se desplomó el martes. Su diseñador, Riccardo Morandi, es el autor, entre otros, del puente de Maracaibo, en Venezuela, muy emblemático. "Morandi era un figurísima y un pionero, y esto significa que se caracterizaba por hacer diseños y cálculos muy arriesgados. Lo cual significa que es necesario conservarlos mejor", enfatiza Ignacio García-Arango.

Según el exjefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias, este tipo de apuestas -que en España tiene como uno de sus exponentes el puente de Rande, de Vigo, sometido años atrás a una reforma "muy fina"- dan lugar a "puentes de mucha calidad, pero construidos al límite, con el riesgo de que si quitas una pieza para realizar cualquier mejora se rompa todo".

Por otra parte, la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, quiso tranquilizar ayer a quienes habían manifestado su preocupación por el estado del puente que une las dos partes de la villa. Según la regidora, la estructura riosellana "no tiene ningún peligro" y de hecho "tiene pilastras de más", por lo que no hay riesgo para peatones ni vehículos. Sí admitió que el puente, competencia del Ministerio de Fomento, precisa una remodelación que permita contar con aceras de una anchura adecuada, dos carriles para el tráfico y un carril-bici.

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