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El pastor que esperó 24 años a dar gracias al Rey

El cangués Emilio Suero se reencontró "ilusionado" con Felipe VI y su nieta Vanessa expuso los problemas del sector

La nieta y el pastor de 90 años que pudieron entregar una carta y unas fotos a los Reyes

La nieta y el pastor de 90 años que pudieron entregar una carta y unas fotos a los Reyes

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La nieta y el pastor de 90 años que pudieron entregar una carta y unas fotos a los Reyes Gamonéu de Cangas, Álvaro SUÁREZ

En noviembre de 1994, Emilio Suero fue uno de los pocos elegidos para recibir de manos del entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, el premio "Pueblo ejemplar" a los Pastores de los Picos de Europa. El sábado, casi 24 años después, esperaba "ilusionado" tras una valla en Covadonga para volver a saludar al ahora monarca. "Cuando le dijimos que los Reyes iban a venir se le iluminó la cara, y entonces decidimos organizarnos para que pudiese reencontrarse con Felipe y contarle la historia", cuenta su nieta, Vanessa Suero.

Un relato que el veterano pastor de Gamonéu esperaba explicarle en su reencuentro: "Quería verlo otra vez para ver si por él también había pasado el tiempo, como a mí. La otra vez era un chavalín, bueno, los dos éramos unos chavales", relata entre risas Suero. De la visita de 1994 recuerda una anécdota con especial cariño: fue el joven príncipe el que le colocó el micrófono, que había quedado muy alto y Suero no alcanzaba, para pronunciar su discurso. "Fue muy amable, me trató muy bien", dice el pastor, algo que quiso agradecer, aunque haya sido bastante tiempo después.

A sus 90 años, este cangués es un referente en el pastoreo y en la elaboración de quesos en Asturias. Vive en Gamonéu de Cangas con su familia, quienes mantienen la histórica quesería Vega-Ceñal. Y él, mejor que nadie, sabe del trasfondo de una labor a la que ha dedicado de forma infatigable, toda una vida.

"Desde bien temprano, nos guardaron un hueco en la explanada, donde esperamos hasta que pasaran", asegura la nieta. Ambos portaban una gran pancarta con dos fotos de su anterior encuentro "para llamar la atención de Felipe". Cuando por fin se acercaron, primero la Reina y sus hijas y después, el Rey, Suero le contó todo lo que llevaba ensayado, en apenas unos segundos. A lo que el monarca exclamó: "¡Qué recuerdo más agradable!". "Seguro que le dio pena verse como era y cómo ha pasado el tiempo", dice con gracia el veterano quesero. Al despedirse le entregaron las dos fotos para que Felipe se las llevase de vuelta a Madrid.

Una carta reivindicativa

Su nieta Vanessa aprovechó ese breve momento con el monarca para entregarle una carta "muy personal", en que le exponía la "crítica situación que viven los pastores en Picos". "Sabemos que él tiene las manos atadas, pero con eso pretendíamos que viese que la realidad del Parque no es la que le han mostrado en su visita a los Lagos".

En la misiva, Suero le cuenta "los problemas y trabas burocráticas" a los que han de enfrentarse cada día explotaciones como la de su familia. "De seguir así, el pastoreo tradicional está abocado a la extinción", relata la joven. Algo que le expuso resumidamente en esa hoja por escrito a Felipe. Desde malas infraestructuras, impedimentos administrativos, falta de financiación, a lo que es más grave, todo el problema del lobo, "que está acabando con nuestras vidas". Y ni siquiera podemos tomar medidas, porque ni nos dejan hacerlo, ni ellos lo hacen. Se ríen de nosotros", clama Vanessa Suero. Y continúa: "Se han gastado miles de euros en un mirador, y nosotros estamos sin caminos".

Con que lea la carta, al menos, "habremos conseguido algo".

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