La historia engancha y es espectáculo. Cada vez más. Así lo constatan las numerosas recreaciones y fiestas históricas que se suceden en Asturias a lo largo del año, cada vez más, y que atraen a un número creciente de espectadores. Las últimas, en Candamo y Cangas de Onís, dedicadas a la guerra civil y a la fundación del Reino de Asturias, son prueba de ello. Los Exconxuraos de la Edad Media de Llanera (en julio) o la recreación de batallas de la Segunda Guerra Mundial en Lugones (Siero), el pasado junio, son otra muestra de que este tipo de espectáculo goza cada vez de más aceptación.

Las recreaciones de la guerra civil en Candamo son de las más veteranas del Principado. Basan su éxito en el rigor histórico que imprimen a sus actuaciones y la originalidad de los materiales. El buen hacer del grupo "Frente Nalón" ha conseguido que, sin ir más lejos, Grullos haya cuadruplicado su población por momentos este fin de semana.

"Las recreaciones y las fiestas históricas están totalmente de moda. En los últimos 15 años el auge de estas actividades ha sido espectacular", destaca Félix Feito, presidente del "Frente Nalón", que con la del pasado fin de semana lleva organizadas siete jornadas de recreaciones históricas en el concejo del Bajo Nalón.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Feito afirma que la gran afluencia de público que están teniendo este tipo de actividades puede por acabar matando de éxito a algunas de ellas; sobre todo a las recreaciones históricas. "Si por hacer crecer la fiesta metas a muchos recreacionistas, va a ser imposible que todos ellos lleven ropa original o igual que la que se utilizó en la época. Eso hace que al final la gente vaya de cualquier manera y se pierda el rigor histórico, algo básico", señala el recreacionista.

En este sentido, los aficionados son tajantes: hay que separar entre recreación y fiesta histórica. En la primera se utilizan materiales originales de la época o réplicas idénticas, se imita el modo de vida, las costumbres o las maniobras bélicas, el lenguaje... Todo basado en texto académicos. Las de Candamo o de Lugones, que tuvo su primera edición este año, son un ejemplo de este tipo de actividades.

En el otro lado de la balanza se encuentran las fiestas históricas, en las que, aunque estén apoyadas en un acontecimiento real, la vestimenta de los participantes no es original -ni lo pretende- y la programación, aunque puede tener relación con el hecho que se celebra, el componente puramente lúdico es casi lo más importante.

"Astures", la gran apuesta cultural del Ayuntamiento de Cangas de Onís para estos coletazos de la temporada veraniega y con un enorme potencial por delante como atractivo turístico -más de un millar de personas siguieron en la noche del sábado la proclamación de Pelayo a orillas del Sella-, echó el telón ayer con un buen sabor de boca. Los campamentos de recreación histórica atrajeron a numerosos visitantes para alegría de los organizadores, que ya piensan en una tercera edición.