Transire, el Consejo y las Asambleas de Estudiantes de la Universidad y el Frente Feminista denuncian el "inaceptable" retraso en la aplicación de los protocolos de cambio de nombre para personas trans que funciona desde hace dos años y que, sin embargo, "no ha funcionado en absoluto, impidiendo que las personas que han solicitado su aplicación sean tratadas de acuerdo a su identidad". El protocolo estipula un máximo de 30 días para que se realicen los cambios en listas de clase, campus virtual y correo "pero hay alumnos que, habiéndolo solicitado hace ocho meses, aún no han recibido respuesta, y no han podido empezar con su nombre el presente curso", denuncian.