"Por favor, hábleme en castellano. Tengo derecho a pedirte que me hables en castellano". Éstas son las palabras de una funcionaria de la Consejería de Educación del Principado a una maestra de asturiano que se dirigió en llingua a esta empleada pública mediante conversación telefónica el pasado 10 de septiembre para solicitar información y que asegura que ha sido "discriminada por la Administración pública". La ley de Uso del Asturiano, vigente en el Principado, ampara a todos los ciudadanos que decidan dirigirse al Principado en asturiano, ya sea mediante comunicaciones orales o escritas. Así se establece en el artículo 4 de esta ley. "La verdad es que afectóme, fue una situación muy incómoda porque yo sé que me entendía perfectamente. Lo denuncio porque no quiero que se vuelva a repetir y porque yo acabé hablando en castellano cuando no tengo por qué hacerlo", explica la maestra.

La afectada ha puesto el caso en conocimiento de Iniciativa Pol Asturianu, que reclama una disculpa con la afectada por haber recibido un trato "discriminatorio". El presidente de la Academia de la Llingua Asturiana (ALLA), Xosé Antón Riaño, explica que aunque no se puede exigir a ningún funcionario manejar el asturiano ni la Administración está obligada a responder en esta lengua, sí que deberían de contar con funcionarios, "que los hay, que son sensibles con la realidad lingüística asturiana y que serían los que tendrían que atender este tipo de casos y recibir una bonificación, ya sea salarial o de horarios, por atender a quienes lo soliciten en asturiano. La Administración tiene la obligación de atender en asturiano a todos aquellos ciudadanos que lo decidan, están en su derecho".

Lamenta Riaño que se sigan produciendo estos casos porque "en muchas ocasiones, la gente, sabiendo que se le pone trabas a ser atendida en asturiano, opta por hablar en castellano y deja de lado sus derechos". "Fui yo la que tuve que hablar en castellano, no me dieron la opción de pasarme con otra persona, y por mantener la paz pues cedí. Es una pena sentir que menosprecian tu lengua", remata la maestra.