Nublado en la costa, donde no apareció el sol hasta bien entrado el mediodía, y más claros en el interior. Ese fue el panorama meteorológico del primer día del otoño en Asturias, que fue para muchos el último fin de semana del verano.

La estación otoñal entró a las 3 horas y 54 minutos de la madrugada y fue un día de calor moderado y hasta de precipitaciones, aunque éstas fueran cuatro gotas registradas en las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología en Piloña y Taramundi. Por cierto, las únicas lluvias (por llamarlas de alguna forma porque fueron 0,2 litros por metro cuadrado) que se registraron en todo el país.

Tineo y Somiedo superaron los 28 grados de temperatura máxima, mientras que Ibias, Amieva y Salas dejaron los termómetros en registros superiores a los 27. Temperaturas muy propias del final del verano pero que no tienen nada que ver con el bochorno de la jornada en la mayor parte de España. En Andalucía y en Extremadura se rondaron los 40 grados de máxima.

Los cielos estarán hoy nubosos en Asturias, con riesgo de algunas lluvias débiles, más probables en la primera mitad del día. Se espera una bajada de las temperaturas, sobre todo las máximas y el viento será de componente norte, lo que explican los descensos térmicos.

Para mañana martes, según pronóstico de la AEMET, mejorará el tiempo, con abundantes claros aunque las temperaturas se mantendrán en los mismos registros que las de hoy.

La delegación territorial de la AEMET en Asturias prevé un otoño algo más cálido que la media de los años de referencia, entre 1981 y 2010, y sin grandes novedades en relación con las precipitaciones.

El verano recién terminado fue atípico en Asturias: el sexto más lluvioso desde 1981 y el séptimo más cálido. La temperatura media fue de 18,6 grados, lo que supone ocho décimas por encima de la media. La precipitación total estival arrojó una media de 263 litros por metro cuadrado, con julio convertido en el tercer mes más húmedo en casi 40 años.