Las banderas del Ayuntamiento de Navia ondearán a media asta en señal de duelo por el "desgraciado y mortal accidente" del joven Roberto Suárez Ovalle. El consistorio declaró ayer tres días de luto oficial, al tiempo que transmite sus "más expresivas condolencias a la familia" del joven naviego y jugador juvenil del Navia.

"Estamos todos apesadumbrados y tristes. Era un chaval en la flor de la vida y un accidente tonto se lo llevó por delante", lamentó ayer el Alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, quien trasladó el sentimiento de pesar que se apoderó de los naviegos nada más conocer la triste noticia del fallecimiento. "Fue una desgraciada sorpresa porque todos pensábamos que saldría adelante . Confiábamos en la juventud del chaval y en la medicina y esperábamos un resultado positivo, pero, de repente, nos topamos con esta tristísima realidad que lamentamos de corazón", indicó.

El Alcalde fue uno de los que se desplazó en la tarde de ayer al tanatorio de Jarrio, donde decenas de personas acudieron a confortar a los destrozados padres de José Roberto Suárez y a su hermana Noelia. En el interior de la capilla ardiente el silencio se cortaba con un cuchillo. Los padres mostraron grandes dosis de entereza, aunque prefirieron no ofrecer declaraciones a los medios de comunicación. No era el momento ni el estilo de estos padres que han estado al pie del cañón durante trece largos días, confiando en una recuperación que finalmente no llegó.

El momento más emotivo se produjo cuando acudieron al tanatorio los integrantes del equipo juvenil al que pertenecía el fallecido. Previamente, formaron un círculo en el exterior del edificio, donde el presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, Maximino Martínez, le dedicó unas palabras de consuelo. "La mejor terapia es estar juntos, ganar el domingo y dedicarlos a los compañeros que se han ido", dijo. La prueba por la que están pasando estos jóvenes es dura. "Estamos con los compañeros y a veces tenemos que despedirlos. La vida es así. Estando juntos, las penas se pasan primero", añadió. Y aseguró que ha perdido a siete jugadores en los últimos años.

Tras esta alocución, los jugadores se dirigieron al interior del tanatorio para abrazar a los padres de José Roberto Suárez. Fue un momento de máxima emotividad. Los adolescentes salieron de este encuentro bañados en lágrimas, incapaces de soltar una palabra.

Entre los que acudieron ayer al tanatorio se encontraba también una persona especial, la madre del joven que conducía el tractor contra el que se estrelló Alberto Blanco el pasado febrero. La mujer ha logrado sobreponerse a duras penas de lo ocurrido, toda vez que su hijo era amigo del fallecido.

Fuera del tanatorio, la hermana del joven fallecido, de unos 12 años, mostraba una gran entereza, a pesar del dolo que se ha abatido sobre esta familia naviega con raíces en Avilés. La joven recibió el cariño de los numerosos naviegos que acudieron a ofrecer sus condolencias en un concejo que ayer era un mar de dolor.