Asturias perdió ayer una osina parda cantábrica, uno de los animales más queridos de la región y que continúa en peligro de extinción. "Primorosa", una hembra de 5 años de edad y a la que se venía controlando desde la Consejería de Medio Ambiente y el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) desde hace años, se dejaba ver en la mañana de ayer malherida en las cercanías Caranga de Abajo, en el concejo de Proaza. La casualidad quiso que un vecino la viese a las diez de la mañana en la orilla de la carretera, pero luego la osa se metió en el monte y se le perdió la pista. Poco más tarde, a las once, un grupo de chavales de Madrid daban el aviso al 112, habían visto una osa en Proaza, en la orilla de la Senda del Oso y cerca del río Teverga. Era la misma.

Inmediatamente, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), Bomberos de Asturias, el presidente de la Fundación Oso de Asturias y miembros del FAPAS se desplazaron hasta la zona en búsqueda de la osa. El animal, gravemente herido en una cadera y con mucha fiebre, optó por refrescarse en el río, intentando paliar los efectos de la alta temperatura de su cuerpo, pero ya era incapaz de moverse. Con la respiración muy agitada y completamente acribillada por cientos de insectos, se comenzó la complicada tarea de rescate para intentar salvarle la vida contra reloj, algo que finalmente resultó imposible, y eso que ella aún cruzó hasta la otra orilla. A las tres de la tarde, el equipo de expertos del Medio Natural comenzó a inyectarle la anestesia desde la carretera con balas especiales. Había que inmovilizar al animal, para después colocarlo en una camilla y subirlo a pulso por una escalera desde el río hasta la carretera, donde se encontraba un remolque trampa, que es el método de transporte que se utiliza en todo el mundo para desplazar osos.

Una vez dormida, y con el apoyo del veterinario Ramón Balsera y bajo las indicaciones de Víctor Vázquez, exviceconsejero de Medio Ambiente del Principado, y la jefa de servicio de Espacios Protegidos y Conservación de la Naturaleza, Teresa Sánchez, el resto de efectivos comenzaron a sacar a la osa del río. A las cinco y cuarto de la tarde se daba por concluido el rescate en Proaza y se optaba por llevar al animal a Oviedo para ser valorado de forma más precisa en una clínica veterinaria. Pero "Primorosa" murió en el trayecto, y los veterinarios sólo pudieron certificar su muerte. Según la Consejería de Medio Ambiente, el animal presentaba heridas profundas en la cadera y lesiones "no recientes" y la próxima semana se le practicará una necropsia en el Serida para esclarecer los motivos de la herida que presentaba en la cadera. Hay que saber si fue provocada por el ataque de otro animal, por una caída o por una trampa. Los planes para esta osa de 5 años, que se esperaba que este año quedase preñada por primera vez, eran otros, pero se truncaron ayer en medio de un río que le bajó la temperatura pero no la salvó de la muerte. Roberto Hartasánchez, presidente del FAPAS, considera que se tardó "demasiado en rescatarla" y aunque desconoce si el resultado hubiera sido el mismo, critica que el Principado "no tenga capacidad de respuesta efectiva en estos casos".