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Agresividad y sobrepeso: abusar del móvil afecta a los niños asturianos

Los expertos constatan un aumento de los trastornos de conducta en los menores por el "síndrome de la pantalla"

Cada vez es más común. Niños que se aburren en un restaurante o en el parque, incluso delante de un columpio y que reclaman a sus padres las tabletas o los móviles para "divertirse", mientras el columpio se balancea solo. Pero cuidado, se multiplican en Asturias los casos de lo que se conoce como "niños pantalla", adictos a las nuevas tecnologías, hasta tal punto que presentan problemas de conducta, agresividad, falta de sueño, carencias para concentrarse en el estudio, ansiedad y también sobrepeso. Y con este panorama muchas son las familias que acaban por recurrir a ayuda profesional, ya sea psicológica o incluso psiquiátrica, porque desengancharse de las pantallas no resulta fácil.

Explica Elena Cubero, psicóloga infantil ovetense, que "en muchas ocasiones, cuando haces la historia de la familia descubres que el problema de base reside en los padres. Hay hogares donde se come con la televisión, se está con el móvil mientras se descansa en el sofá e incluso hay muchos padres que son adictos a los videojuegos". Pero ¿dónde reside el verdadero problema? ¿Hay que alejarse de la tecnología? No. Lo que reclaman los expertos para evitar problemas y adicciones a este tipo de dispositivos son unas premisas muy claras: controlar el tiempo a nuestros hijos y a los propios adultos, controlar también los contenidos digitales que consultan los menores y que siempre exista la supervisión de un adulto. Así, se evitarían muchísimos problemas.

Los expertos piden recodar que la mayoría de los niños actúan por imitación, con lo cual lo que hagan los padres repercutirá en la educación de sus hijos. Difícil será que un hijo deje de usar la tableta si ve a sus padres consultando, por ejemplo, el Facebook en el móvil continuamente. "Deberíamos dejarlos a un lado en ciertas situaciones sociales: una reunión con amigos, mientras comemos en familia y, por supuesto, mientras jugamos con los niños", explica la psicóloga Ana Cristina Martín, del centro médico infantil y juvenil Cavín. Además, Martín alerta de lo peligroso que es ceder ante los pequeños cuando éstos piden un móvil o una tableta porque se aburren. "Estamos enseñando a los niños que en el momento en el que comiencen a molestar obtendrán el móvil o la tableta. Por lo tanto, es fácil adivinar qué empezarán a hacer la próxima vez que quieran conseguirlos? Además, estamos perdiendo la oportunidad de enseñarles que en algunos lugares o situaciones sociales simplemente no es adecuado el uso de estos dispositivos y que pueden entretenerse de otra manera diferente". Uno de los problemas frecuentes asociados a los "niños pantalla" es el aumento de peso, y es que muchos de ellos abandonan sus actividades deportivas por pasar tiempo delante de un dispositivo electrónico, ya sea jugando, viendo vídeos o curioseando, en muchas ocasiones contenidos que no son adecuados a su edad y que pueden acarrearles otro tipo de problemas, como de autoestima, porque sus referentes son hombres y mujeres "modelo", o que les lleva a asumir como normales "conductas sexuales inapropiadas", explica Cubero. Son muchos los que dejan el fútbol o el baloncesto para jugar a lo mismo, pero online.

La preocupación ha llegado también a los pediatras, que consideran que éste es ya un problema grave de salud. Lo explica la pediatra ovetense Mónica Baeza Velasco, que apunta un dato importante: "Ya se conoce algún caso de pacientes en edad pediátrica que han tenido que recurrir al ingreso hospitalario para deshabituarse a este nuevo tipo de adicciones tecnológicas". Nuestros hijos son nativos digitales. Los niños utilizan la tecnología como entretenimiento, diversión, comunicación e información. Dentro de las aulas de colegios e incluso para los deberes escolares se emplean y ya forman parte de su vida cotidiana desde una edad muy temprana. "Tienen muchas ventajas, pero si no se cuidan una serie de aspectos, puede llegar a suponer un serio problema cuando el tiempo que se les dedica es demasiado y se convierte en una adicción", apostilla Baeza Velasco.

Uno de los últimos estudios llevados a cabo sobre este problema, que dirigieron investigadores de la Universidad de Otawa, y donde se comparó el intelecto de 4.500 niños estadounidenses de entre 8 y 11 años teniendo en cuenta las horas que pasaban frente a un dispositivo de este tipo, concluye que pasar más de dos horas delante de las pantallas se asocia a un peor desarrollo cognitivo. La televisión también cuenta.

Es por ello que para evitar males mayores, menos tabletas y más columpios.

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