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Las feministas lamentan que la Universidad cierre las puertas a la conciliación

Todos los campus apoyan la recuperación del servicio de guardería: "Muchas chicas van a las academias con sus hijos", sostienen

El caso de María Cadierno, estudiante de la Facultad de Profesorado que, a un mes de dar a luz, no logró que la Universidad le pudiera garantizar que dispondrá de las facilidades para compaginar la maternidad con los estudios ha hecho saltar la alarmas entre las asociaciones feministas acerca de las escasas posibilidades de conciliación que la Universidad de Oviedo ofrece a sus alumnos.

"Es una vergüenza cómo está montado el sistema universitario", afirma la presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, Jéssica Castaño, quien sostiene que no existen facilidades para que los alumnos puedan compaginar tanto estudios y trabajo como otras circunstancias. "Con Bolonia, ir a la Universidad es casi como realizar el Bachillerato: es obligatorio ir a clase, estar realizando constantemente trabajos... Al final, te dicen que tienes que elegir. O no haces nada o vives como un bachiller", manifestó Castaño.

Además de avanzar en la educación en equidad de género y respeto a cualquier ser humano sin importar su sexo, las feministas reivindican "para todos los estudiantes", no solo para aquellas alumnas que se ven en la circunstancia de compaginar estudios y maternidad, "que se den facilidades: la Universidad funciona falta porque si tienes que compaginar tu vida personal con los estudios, te cierran puertas", lamenta Jéssica Castaño. "Que en una Universidad pública no se pueda conciliar es una vergüenza", continúa en el capítulo de quejas.

La presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, que es propietaria de una academia, dice que ha vivido muchos casos de chicas "que acuden con sus niños a clase". "Los que estudian no tienen ningún apoyo. Solo dan facilidades a los que están en el mundo del fútbol, a nadie más", protesta Jéssica Castaño, quien respalda que se retome la guardería universitaria, sobre el que el Rector aseguró el día anterior que existe una iniciativa que funcionaría como experiencia piloto para atender esa necesidad y también para llenar los espacios en deuso de la propia Universidad. En Mieres, la decana de la Escuela Politécnica, Asunción Cámara, reconoce que sería una buena iniciativa aunque nunca se planteó en su campus. "Es un camino que viene mal a todo el mundo, si ya les cuesta venir a dar clase...", reflexiona.

Por su parte, el director de la Politécnica de Gijón, Juan Carlos Campo, celebra que en la Universidad se retome la idea de recuperar el servicio de guardería para que el campus local pudiera contar con esos servicios. "No creo que sea una petición dscabellada. Es un servicio más pero habrá que medir la demanda objtiva", asegura. El último emplazamiento de la Escuela Infantil de la Universidad fue el antiguo caserón de Valdés Salas, en Oviedo. Por el momento, afirma el Rector, existen algunos proyectos educativos en ciernes aunque sin concretar.

Más investigadoras

Según datos de la propia Universidad, actualmente de 18.021 estudiantes de grado, 9.870 son mujeres. Y de los 1.844 que cursan estudios de máster, hay 947 mujeres mientras de los 1.486 que cursan doctorado, son 796 mujeres. Además, en la actualidad, de los 165 grupos de investigación, 49 cuentan con mujeres como investigadoras principales (10 en la rama de Ciencias, 9 en Ciencias de la Salud, 13 en Ciencias Sociales y Jurídicas, 13 en grupos de Arte y Humanidades y 4 en Ingeniería). Y la cifra de investigadoras va a más, de año en año. Si bien en los últimos años se han implementado las medidas encaminadas a paliar la brecha de género, los expertos sostienen que aún queda mucho camino por recorrer para conseguir la igualdad efectiva y potenciar la corresponsabilidad en el hogar.

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