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José Antonio Aladro y Luis Alonso Sevares muestran parte de su recolección de plantas de faba asturiana, lista para ser esbillada.ANA PAZ PAREDES

Me quedo en el pueblo | Valles

Joven apuesta por el campo

José Antonio Aladro y Luis Alonso Sevares se convierten en agricultores para dedicarse a la plantación de faba asturiana en su localidad natal

Tanto José Antonio Aladro González, de 27 años, como su socio y amigo, Luis Alonso Sevares, de 23, creen que el campo tiene futuro. Así lo afirma el primero de forma rotunda: "Aunque no lo parezca, yo creo que el campo tiene futuro. La agricultura siempre va a ser necesaria, ye fundamental", dice. Ahora bien, a renglón seguido añade que "también es cierto que para dedicarte a ello tienes que tener medios, empezar poco a poco". Luis habla menos pero asiente cuando José Antonio se refiere a su apuesta común por ser agricultores dedicados a la siembra y recolección de faba asturiana IGP. "El campo tiene que existir, se necesita. Yo estoy totalmente de acuerdo con José, si no, no estaría aquí metido", añade Luis al respecto.

Ambos estudiaron cosas que poca relación tiene con el campo. Ahora bien, lo conocen desde bien pequeños. "Mira por donde, yo que estudié mecánica de automoción acabé plantando fabes", recuerda José, quien desde crío ha visto en casa todo el proceso. "Yo empecé con esto ya hace años, pero estaba solo y lo dejé por imposible porque necesites maquinaria, tractor, en fin, mucho desembolso económico, y para mí solo era imposible. Luego, un día, hablando con Luis, decidimos unirnos y ponernos a ello, y aquí estamos", señala este joven agricultor piloñés. Ambos ya sembraron el año pasado sus primeras fabas. Éste es su segundo año. Han plantado cuatro mil metros, recogiendo unas 15.000 plantas. "Vamos poco a poco. El año pasado lo hicimos casi todo a mano y este año también hicimos a mano la recolección, pero vamos a traer ya una esbilladora e iremos poco a poco ampliando. Tenemos una subvención concedida por jóvenes agricultores donde nos comprometemos a llegar a las cuatro hectáreas en 2023 y mantenerlas cinco años", recuerdan. Sus plantaciones ahora están en dos fincas del pueblo de Valles.

Ellos, que cuentan con la finca de la abuela y otra en propiedad de José Antonio, tienen mucha dificultad para encontrar otras que les permitan ampliar su producción y recuerdan que llevan mucho tiempo buscando una finca grande en Piloña o bien varias que estén cercanas para poder sacar adelante su plantación de faba asturiana. "Yo creo en el futuro del campo, pero nuestro problema ahora es que no hay forma de encontrar una finca de cuatro hectáreas, llana, con una nave para el secadero. Estamos mirando opciones a ver si nos sale algo en la zona porque nos vendría muy bien", recuerdan estos jóvenes agricultores que ya comercializan su producto con el nombre de faba asturiana El Fresnu, denominación de la finca donde empezaron a cultivar.

Para ambos jóvenes agricultores lo bueno de emprender en el medio rural, y tal y como afirma José Antonio, "es que te crea ilusión, que es algo que tú tienes que conseguir porque lo vas haciendo poco a poco. Trabajas para ti, al aire libre, y eso es lo guapo. Es la vida que me gusta, como la quiero vivir. Ya empezamos hace días a esbillar y envasar. Yo, al que quiera venir al campo a trabajar y a vivir, le digo que hay que trabajar mucho y es duro, pero hay que hacerlo pensando que llegará un momento que te estabilices y puedas ir adquiriendo más medios para trabajar mejor y más cómodo. Nosotros trabajamos al aire libre y somos nuestros propios jefes, que también tiene sus ventajas", dijo.

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