Un trabajador de 30 años, Ignacio Díaz Nido, falleció el 22 de julio de 2015 en una explosión mientras soldaba una cuba en las instalaciones de un taller de Villazón, en Salas. El fiscal pide ahora que se condene a dos empresarios, propietarios de la cuba, por el fallecimiento, al considerar que no se establecieron las medidas de seguridad mínimas ni se facilitó material adecuado al empleado. la cuba se utilizaba para el transporte de gasolina y gasoil, y no había sido limpiada previamente antes de ser llevada al taller para su reparación. La explosión se produjo al existir una pequeña bolsa de gas en el interior de la cuba, que deflagró al contacto con la chispa del soplete.

El ministerio público solicita que se condene a uno de los empresarios a dos años de prisión y el pago de 7.200 euros de multa, y al otro, a un año y tres meses de cárcel. En ambos casos se pide la inhabilitación para administrar empresas durante el tiempo de condena. Los padres y la pareja del joven fallecido ya han sido indemnizados. No obstante, el fiscal pide 4.853,71 euros de indemnización para el SEPA por el coste de su intervención.