La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lanzó ayer un aviso amarillo que cubre todo el Principado y que tiene como objetivo advertir que durante todo el día de hoy la lluvia, la nieve y el oleaje serán los grandes protagonistas de la jornada.

El litoral asturiano está en alerta amarilla (riesgo) por fenómenos costeros mientras que interior de la región lo está por lluvia y nieve sin que se haya desactivado todavía el nivel de emergencias del Plan de Nevadas puesto en marcha la pasada semana a consecuencia del temporal. Según la AEMET, durante la jornada de hoy se prevé mar combinada del oeste al noroeste de 4 a 5 metros.

La previsión habla de descenso de las temperaturas mínimas, con los termómetros en mínimos que pueden llegar a marcar dos grados en Cangas del Narcea. Y el cielo estará cubierto. "Las precipitaciones pueden ser en forma de nieve en la Cordillera por encima de los 1.200-1.400 metros", advierten desde la Aemet. Las temperaturas máximas también bajarán. El aviso amarillo desaparece por completo para mañana, martes, con menos precipitaciones y temperaturas en ligero ascenso.

Las lluvias podrán acumular hasta 40 litros por metro cuadrado en doce horas en la costa y quince en una hora en el interior mientras se prevén nevadas de hasta cinco centímetros de espesor por encima de 900 metros en el suroccidente, la cordillera y Picos de Europa.

Esta nueva alerta se produce cuando el Gobierno regional mantiene aún activada en situación cero (emergencia) el Plan de Nevadas con el objetivo de normalizar la situación de las carreteras afectadas por las intensas nevadas registradas la pasada semana, según ha señalado el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.

Martínez ha señalado que la emergencia aún no ha terminado pese a que la situación se haya ido normalizando y se hayan restablecido ya todos los servicios de electricidad y telefonía además de garantizar accesos en condiciones de seguridad por todas las carreteras principales.

No obstante, aún hay dificultades para transitar por varias carreteras locales afectadas por la caída de miles de árboles sobre las calzadas de numerosos puntos de la región.