Alabanzas y parabienes. Fue lo primero que encontró el ministro de Fomento durante su peregrinaje de dos días por Asturias. Ello porque la primera parada fue la sede de la Federación Socialista Asturiana (FSA), en Oviedo, y porque la persona que lo recibió fue el secretario general, Adrián Barbón. Fue el suyo un saludo efusivo, de viejos amigos, con abrazos y palmadas en la espalda. Se notaba una total sintonía entre ambos, que continuó con un cruce de piropos: mientras Ábalos calificaba a Barbón de "persona entrañable", cuya valía "da tranquilidad al partido", el dirigente de la FSA subrayaba la gran "capacidad de trabajo" del Ministro y lo presentaba como la persona que va a "desatascar" los grandes proyectos pendientes de Fomento en Asturias y la que concluirá la variante de Pajares.

El Ministro y el secretario de la FSA mantuvieron un breve encuentro y a continuación fueron a comer al restaurante El Campanu. Ábalos pidió fabada. Después ambos tomaron un café en La Corte, para así hacer tiempo hasta que llegara el momento convenido para la siguiente reunión, las 17.30 horas, con el presidente del Principado, Javier Fernández. Al final, llegaron veinte minutos tarde, pero fue por esperar a la presidenta de Adif, Isabel Pardo, que se retrasó. El saludo a Fernández fue menos caluroso que el de Barbón, pero hubo cordialidad y buenas palabras entre ambos.