Impulsar la contratación de personas con discapacidad intelectual y lograr servicios de atención especializada para estas personas cuando envejecen. Estos son los dos grandes retos que afronta "Plena Inclusión" en Asturias, la organización más representativa de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y de sus familias.

Más de 200 personas se reunieron ayer en Oviedo para conmemorar las bodas de plata de "Plena Inclusión". Su gerente en el Principado, Casilda Sabín, llamó la atención sobre el esfuerzo y el tesón de los familiares de los discapacitados intelectuales a lo largo de décadas, en las que se consiguió avanzar en el ámbito educativo. Ahora, los retos están en el empleo y la atención cuando estas personas envejecen.

A lo largo del acto se hizo entrega de varios reconocimientos a personas y organizaciones implicadas en generar cambios positivos que han repercutido en una mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Entre los galardonados figura el grupo Daorje, que tiene a tres personas con discapacidad intelectual trabajando en distintas secciones de la empresa. Mari Cruz Rubio destacó que estos empleados "son uno más, y lo que aportan ellos a todos nosotros no se paga con dinero".

Y también al magistrado Juan Carlos García López, impulsor de las sentencias de lectura fácil, un proyecto pionero que ya ha recibido reconocimientos internacionales y cuya aplicación ya se está extendiendo por todo el país. "Lo importante es que estas personas comprendan que una sentencia afecta a su vida y en qué medida", afirmó.