Un total de 462 matrimonios se divorciaron o separaron en el tercer trimestre del año en Asturias, el 37,81 por ciento menos que en el mismo trimestre del año anterior, según los datos que acaba de publicar el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La tasa de disoluciones matrimoniales en el Principado es de 4,5 por cada 10.000 habitantes. La media nacional es de 4,5.

Los divorcios consensuados se redujeron el 23,13 por ciento, hasta los 289; aquellos en los que no hubo acuerdo también bajaron, el 37,39 por ciento, alcanzando 154. Hubo 16 separaciones consensuadas (el 40,74 por ciento menos), y tres separaciones no consensuadas, la mitad que entre julio y septiembre de 2017.

En cuanto a la guarda y custodia de los hijos, se registraron 68 negociaciones consensuadas (un 35,84 por ciento menos), y 85 no consensuadas, que suponen una caída interanual del 37,95 por ciento.

En el conjunto del país se divorciaron o separaron 21.762 matrimonios durante el tercer trimestre de este año, el 2,4 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. Es la cifra más baja de un tercer trimestre en los últimos 17 años (desde 2001, cuando fueron 20.453) y una tendencia a la baja en el número de separaciones y divorcios en los últimos cuatro años, desde 2014. Así, en el tercer trimestre de 2014 se registraron más de 28.800 divorcios y separaciones (la cifra más alta de la última década); en los mismos meses de 2015, unos 26.600; en 2016, un total de 24.201; en 2017, 22.306; y en 2018, 21.762.

De los divorcios contabilizados entre julio y septiembre de este año, 12.249 fueron consensuados, un 2,4 por ciento menos que en el mismo trimestre de 2017 y 8.566 no consensuados, un 1,8 por ciento que hace un año. También hubo 644 separaciones consensuadas, que representan un 5,7 por ciento menos que en los mismos meses de 2017, y 303 separaciones no consensuadas, un 13,7 por ciento menos que las del tercer trimestre de 2017.

Por comunidades autónomas, la Comunidad Valenciana registró el mayor número de demandas de disolución matrimonial por cada 10.000 habitantes, con un 5,7 por cada 10.000. Le siguieron Andalucía y Canarias, con 5,1; Islas Baleares, con 5; y Galicia, con 4,9. Todas estos territorios han superado la media nacional, que es de 4,7 disoluciones matrimoniales por cada 10.000 habitantes.

Por el contrario, las proporciones más bajas de disoluciones matrimoniales se dieron en País Vasco, con 3,4 por cada 10.000 habitantes; Castilla y León, con 3,7; y Aragón y La Rioja, con 3,8.