El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha iniciado hoy el trámite de consulta pública del proyecto de real decreto que modifica distintas normas con objeto de proteger la salud de las personas frente a las pseudoterapias.

De esta manera, los ciudadanos, organizaciones y asociaciones que así lo consideren podrán hacer a Sanidad, a través de la página web del Ministerio, sus opiniones sobre los aspectos planteados en el proyecto de real decreto hasta el próximo 15 de enero.

Sanidad recuerda que las pseudoterapias implican un riesgo real que influye directamente en la protección y el restablecimiento de la salud y advierte de que si se utilizan como sustitutivas o complementarias de las terapias que sí han demostrado su efecto se estará poniendo en riesgo el derecho a la salud.

Así, el Ministerio que dirige la asturiana María Luisa Carcedo defiende la necesidad de esta reforma para evitar los riesgos que suponen las pseudoterapias y para solventar las lagunas normativas que facilitan interpretaciones "no deseadas" dejando en la indefensión tanto a las Administraciones sanitarias como a la ciudadanía que se encuentra expuesta.

Contra el intrusismo

Por eso, los objetivos de la reforma son incluir modificaciones normativas para evitar la publicidad engañosa de las pseudoterapias, garantizar que todas las actividades sanitarias son realizadas por profesionales que dispongan de la titulación oficialmente reconocida y eliminar las pseudoterapias de los centros sanitarios.

A juicio de la ministra Carcedo, es necesario "combatir las pseudoterapias", porque "con frecuencia" se conocen casos en los que estas prácticas ha significados daños para la salud de los pacientes e incluso "el abandono de productos o tratamiento seguros y eficaces, lo que ha implicado, en ocasiones, un riesgo de muerte".

Según la titular de Sanidad, "es necesario actuar desde las administraciones" para mejorar la información que la ciudadanía recibe sobre determinados tratamientos y productos, y para controlar la publicidad que las empresas realizan sobre ellos.

La ministra considera que la información sobre terapias y fármacos debe ser acorde a la eficacia demostrada por esos productos. En esta misma línea, ha apelado al necesario respeto al rigor y al método científico. También enfatiza que los centros sanitarios deben regirse por la evidencia científica, por lo que estima necesario avanzar en el diálogo con las comunidades científicas y los profesionales de la salud. "La devoción en materia sanitaria es al conocimiento", resume.