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El futuro de un motor importante de la economía regional

El sector turístico, en pie de guerra: "No vamos a ser la 'maría' de los políticos"

La patronal quiere "levantar la voz" ante el abandono al que la somete el Principado pese a sumar el 11% del PIB y generar 33.000 empleos

Turistas, en el lago La Ercina, en Covadonga. J. M. CARBAJAL

El sector turístico asturiano está en pie de guerra, harto de que ni el Gobierno regional ni el resto de partidos apoyen sus propuestas para impulsar el turismo como uno de los motores económicos de la economía regional, pese a dar empleo a 33.000 personas y representar casi el 11 por ciento del producto interior bruto (PIB) del Principado. El rechazo a la implantación del grado de Ciencias de la Gastronomía "sin que se den explicaciones" ha sido la gota que colmó el vaso.

"No vamos a ser la 'maría' para sacarse las fotos las próximas elecciones. Que ni lo sueñen", advirtió ayer José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea, la patronal que aglutina al sector. "Todos dicen que el turismo es fundamental, pero sólo sacan pecho para anunciar que suben el número de visitantes y pernoctaciones, y para las promociones en el resto de España y en el extranjero, sin atender a los verdaderos retos que se plantean para conseguir un turismo de calidad, de vanguardia, sostenible y de futuro", aseveró.

El empresariado del sector turístico hace tiempo que reclama una Viceconsejería que dependa directamente de Presidencia del Gobierno. "Nos afectan las regulaciones de sanidad, transportes, telecomunicaciones, medio ambiente, patrimonio... Somos un sector transversal en el que todo el mundo opina y todo el mundo quiere marcar sus pautas, pero nadie defiende los intereses del sector", alega Álvarez Almeida.

Los casos por los que el sector se siente agraviado son múltiples, aunque hay algunas cuestiones que ponen sobre la mesa de manera recurrente desde hace años sin que se aborde solución alguna, afirman. Por ejemplo, la paralización del decreto regulador de los camping, y las autocaravanas, "sólo por una mera cuestión de siglas políticas, sin pensar en el conjunto", afirma el presidente de Otea. "Nadie se opone a las autocaravanas, pero hay que regularlas. No puede ser que estemos apostando desde hace años por un turismo sostenible, cuidando el paisaje, la costa, el medio ambiente, y ahora dejemos que sean las autocaravanas las que acampen en cualquier sitio, sea en costa o en montaña, en los mejores lugares que entre todos hemos conseguido conservar. Es un turismo que destruye el entorno y crea poca riqueza, porque no es generador de empleo. Lo único que pedimos desde hace años es que se regule".

Más, la conectividad. Este apartado tiene varias reclamaciones por parte del sector turístico. Uno se refiere a las telecomunicaciones. "¿Cómo vamos a impulsar el turismo rural si no tenemos señal de wifi y en algunos sitios hay dificultades incluso para ver la televisión? Resulta que Asturias acoge el II Congreso Mundial de Destinos Turísticos Inteligentes y si vas a hoteles y casas rurales no puedes utilizar las redes sociales. Que alguien lo explique".

Los vuelos son otro de los caballos de batalla. "Hay dinero para tener vuelos y resulta que no tenemos vuelos porque ninguna compañía se presenta. Es evidente que algo no se está haciendo bien. Habrá que buscar soluciones, y si no se encuentran habrá que gestionar bien ese dinero en otras ideas innovadoras que nos ayuden a mejorar las conexiones de Asturias con el resto del mundo". El peaje del Huerna y la apertura de la variante de HuernaPajares, que permita la llegada del AVE a Asturias, son las dos principales reivindicaciones. El primero, porque puede desincentivar la elección del Principado como atractivo turístico, al ser la comunidad autónoma de la cornisa cantábrica que más peajes paga para viajar hasta Madrid, mientras que se ha liberado la autopista que comunica el País Vasco con la Meseta. Y la segunda, porque la conexión ferroviaria con Madrid en tres horas y media permitiría suplir las carencias en frecuencias de enlaces aéreos.

La lista sigue creciendo con la competencia desleal que supone la instalación de macronegocios hosteleros y las "food trucks" que se instalan en suelo público cedido por los ayuntamientos y que "incumplen toda la normativa que se obliga a cumplir a los empresarios que pagan impuestos y crean empleo", añadió Álvarez Almeida.

También está la polémica por la falta de regulación de las actividades de descenso del Sella, que exige la patronal y a la que se oponen algunos empresarios del turismo activo, que niegan masificación. Y el malestar en el sector porque no se le tuvo en cuenta para la organización de actos de los centenarios de Covadonga.

Pero la gota que colmó el vaso fue la formación. El empresariado turístico no encuentra respaldo en el Gobierno regional a su solicitud de una formación dual de alta calidad, similar a la iniciativa que se desarrolló con el metal asturiano. Y además, se estrella contra la negativa del Principado a que se implante el grado de Ciencias de la Gastronomía en Oviedo. "Uno de los pilares del atractivo de Asturias es su cocina, y estos estudios cuentan con el apoyo de todos los profesionales, estamentos e instituciones, excepto del Principado. Y no da una explicación coherente de por qué", se lamentó el presidente de Otea. "Hay razones suficientes" para que el sector turístico "levante la voz y exija atención".

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