La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El poder curativo del HUCA a 7.600 kilómetros

El doctor César Morís implanta en México una válvula cardiaca a un paciente sin recursos auxiliado por una entidad benéfica

César Morís (en el centro), durante el implante valvular.

Pese a su juventud -unos 45 años-, el corazón del mexicano Enrique Nieto no daba para más. Tal era la gravedad de su cardiopatía, que los médicos de su país no se atrevían a meterlo en el quirófano para reemplazar su válvula aórtica. Tenía que surgir casi un milagro, más improbable aún en un país con una sanidad pública exigua, un paciente sin apenas recursos económicos y un tratamiento, como el requerido, cuyo coste podría acercarse a los 40.000 euros. Sobre el papel, todo estaba en contra.

Y entonces se alinearon todos los astros en favor de Enrique Nieto, residente en el estado de Xalapa. "Durante año y medio he estado a veces bien, a veces mal; en altas y bajas, porque así es esto", declaraba Nieto hace unos meses, con evidentes dificultades para respirar. De repente, comenzaron a entrelazarse una serie de ingredientes con los que seguramente jamás habían soñado ni él ni nadie.

Primero: una asociación de beneficencia, "Cada corazón cuenta", que se comprometió a buscar dinero para financiarle un tratamiento. Segundo ingrediente: una cardióloga mexicana, Lourdes Figueiras, que se había especializado en España y que realizó parte de su formación en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Tercero: un experto del HUCA, César Morís, que lleva años enseñando por todo el mundo la metodología para recambiar la válvula aórtica -compuerta por la que la sangre sale bombeada del corazón a todo el organismo- con sólo una pequeña incisión en la ingle, y sin necesidad de practicar al enfermo una gran abertura en el tórax. Justamente la única solución viable para Enrique Nieto.

"La doctora Figueiras comenzó a moverlo todo", explica César Morís, quien recibió una llamada de auxilio de la que fue su discípula. En el HUCA, las válvulas transcatéter -cuya denominación técnica es TAVI- comenzaron a implantarse en diciembre de 2007, lo que convirtió al centro sanitario ovetense en pionero a nivel nacional. En el momento actual, el HUCA suma unos 600 procedimientos de este tipo. Por consiguiente, el cardiólogo asturiano era la persona adecuada. Pero, claro, entre Oviedo y Xalapa hay una distancia aproximada de 7.600 kilómetros.

La vena social de la especialista mexicana no permitió rendiciones prematuras. Lourdes Figueiras trabaja en un hospital privado, inalcanzable para las posibilidades económicas de un modesto conductor que se había visto obligado a jubilarse a causa de su grave enfermedad cardiaca. Había que esperar el momento ideal, y llegó con un viaje del doctor Morís a México como invitado a un congreso de la Sociedad Mexicana de Cardiología. Entonces, el jefe del área de Corazón del HUCA pudo colocar a Enrique Nieto la prótesis que necesitaba. Sucedió a finales del pasado mes de octubre. Un hospital privado cedió sus instalaciones de forma desinteresada. Casi dos meses después, "el paciente está fantásticamente", subraya César Morís.

Todo empezó por una estancia de una cardióloga mexicana en el HUCA. Una mujer aguerrida que ahora tiene otro paciente preparado. Tan necesitado como el anterior de una nueva válvula aórtica. Tan menguado de recursos económicos como Enrique Nieto. Lo que sucede es que "la doctora Figueiras ve imposible conseguir el dinero necesario y aspira a traer al paciente a operarse a Asturias", señala el doctor Morís. Por el momento, la cosa no pinta fácil. Pero alineaciones de astros más inesperadas se han visto antes.

Compartir el artículo

stats