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La escombrera a la que vierte la térmica de La Pereda se acerca al límite tolerable, alerta Podemos

La formación lleva a la Junta sus dudas sobre las alternativas del Principado para esta instalación y denuncia la "improvisación" de la política energética

La escombrera de Pumardongo, con los pueblos de Aguilar y El Padrún al fondo. J. R. SILVEIRA

La central térmica de Hunosa en La Pereda (Mieres) y el pozo Nicolasa van a seguir funcionando más allá del momento en el que la escombrera de Pumardongo, a la que ambas vierten sus estériles y escorias, supere el límite de su capacidad recomendable. De esta certeza, de la que no caben dudas a los ojos de los vecinos de la zona, nace la sensación de que los planes del Gobierno para el futuro del carbón tienen al menos una incógnita, cuando no un riesgo cierto, localizada en el viejo vertedero de residuos que sigue activo junto a la vieja carretera del Padrún, junto al pueblo mierense de Aguilar y justo después de cruzado el límite que separa el concejo de Oviedo del de Mieres. El grupo parlamentario de Podemos ha llevado a la Junta, en una pregunta escrita dirigida al Gobierno del Principado, sus advertencias sobre una próxima colmatación de la escombrera y la exigencia de soluciones que eso requiere, habida cuenta de que Nicolasa, que vierte aquí los estériles procedentes del lavadero de El Batán, y la térmica de Hunosa, que trae sus cenizas, han alargado su vida útil por encima de las restricciones impuestas al futuro del carbón.

El volumen que ya ha alcanzado el depósito, la última escombrera minera, situada en la hondonada que desde el Padrún baja a La Pereda, dibujan una situación potencialmente peligrosa en más de un sentido que al decir del grupo morado "hay que tener bien presente ahora que está sobre la mesa un plan de futuro de Hunosa que garantiza la viabilidad para la térmica". El diputado de Podemos Héctor Piernavieja recoge así también las quejas de largo recorrido de los vecinos del entorno de Pumardongo, incluidas las lamentaciones de los ancianos de la residencia próxima que "no pueden salir al jardín cuando sopla el viento" y esparce los residuos de la planta, y sospecha que detrás de todo hay una falta de previsión de alternativas derivada de "las improvisaciones" y las "chapuzas" que a su juicio han dirigido el diseño de las políticas de respuesta a la transición energética en el Gobierno socialista. "El PSOE lleva veinte años pidiendo más tiempo para hacer los deberes en este ámbito", denuncia el diputado, "y nos encontramos con que el plan de Hunosa se resuelve en los últimos quince días y con los deberes sin hacer".

Por eso, "para anticiparnos", han cuestionado al Gobierno sobre la viabilidad de la escombrera de Pumardongo y por la posibilidad de que el depósito pueda llegar a crecer en altura hasta límites insoportables para los vecinos e incompatibles con la autorización de que dispone. Cuestionan a la autoridad medioambiental asturiana, competente para la tramitación de las licencias, qué cota está previsto que alcance el vertedero y cuándo y piden información sobre los permisos concedidos a la instalación. Preguntan convencidos, remata Piernavieja, de que lo más probable es que hasta ahora "ni siquiera hayan pensado en ello".

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