El temor a una posible inundación obligó ayer a evacuar a los pacientes del Hospital del Oriente de Asturias (HOA), ubicado en Arriondas. Pese a que el agua no llegó a entrar en las instalaciones, un total de 38 usuarios fueron ingresados en otros centros de la región. A otra treintena se les dio el alta a primera hora al no revestir su estado gravedad. Además se aplazaron cinco intervenciones quirúrgicas y los pacientes de hemodiálisis fueron atendidos en el hospital de Jove para no perder la continuidad asistencial. Por el momento se ha paralizado la atención asistencial en Arriondas: no se pasarán consultas ni se harán pruebas o intervenciones hasta nuevo aviso. La clausura no afecta al área de Urgencias, que permanecerá operativo las veinticuatro horas del día. La amenaza de inundación obligó a redoblar esfuerzos. "Hasta el Ayuntamiento llegaron vecinos que a título individual pasaron a ofrecer sus servicios, como voluntarios", resaltó el alcalde de Parres, Emilio Longo.

El Hospital de Arriondas podría recuperar su funcionamiento normal a partir del viernes, según la estimación recabada en fuentes sanitarias, que no descartan establecer turnos de tarde para agilizar las listas de espera. El gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), José Ramón Riera, confirmó a última hora de ayer que el cauce del río Piloña estaba disminuyendo (la hora crítica eran las 18.14 horas coincidiendo con la pleamar) y por tanto el riesgo de una avenida era cada vez menor.

El alcalde de Parres, el socialista Emilio Longo, el consejero de Presidencia y Participación Ciudadana Guillermo Martínez, el consejero de Sanidad Francisco del Busto, la delegada del Gobierno Delia Losa y el gerente del área sanitaria VI -que abarca todos los concejos del oriente-, José Manuel Llera, también comparecieron a lo largo del día para mandar un mensaje de tranquilidad a la población. Tanto el consejero de Presidencia como el alcalde de Parres resaltaron el hecho de que los servicios de emergencia -Bomberos, Guardia Civil, Policía Local- así como la administración regional y local trabajan de forma "coordinada y eficaz" para evitar situaciones como la que se produjo en junio de 2010, cuando los pacientes fueron desalojados en lanchas al desbordarse los ríos Sella y Piloña a su paso por Arriondas.

Según explicó el gerente del área sanitaria VI, el protocolo de autoprotección del hospital de Arriondas se inició pasadas las 22.00 horas del martes al comprobar que el río Piloña bajaba con fuerza. Entonces había ingresados unos sesenta pacientes (en total hay noventa camas). Como los niveles del cauce aumentaban, a partir de las 02.30 horas de la mañana se procedió a vaciar la planta -1, un proceso que llevó en torno a dos horas y en el que colaboraron los trabajadores del turno de noche. En este piso se encuentra la gerencia, el almacén de suministros, la farmacia, el área de admisiones y de hemodiálisis, cuyos aparatajes fueron trasladados a pisos superiores. Además la Policía Local mantuvo cortado al tráfico el acceso al hospital para vehículos privados.

Proyecto contra avenidas

Los traslados de pacientes, en los que se movilizaron más de una veintena de ambulancias, se ejecutaron de forma escalonada, priorizando aquellos de mayor complejidad clínica. Catorce personas fueron atendidas en el hospital San Agustín de Avilés (10 de medicina interna y 4 de neumología), doce de medicina interna fueron reubicados en el Jove, cuatro de traumatología en el Monte Naranco, otros tres en Cabueñes y un paciente más en la Cruz Roja. Al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se enviaron cuatro enfermos (dos de hematología, uno de cirugía y otro de obstetricia). El consejero de Sanidad se mostró "orgulloso" de la respuesta de los profesionales del sistema sanitario asturiano "que sin mediar palabra arrimaron el hombro".

Por su parte, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, resaltó el impulso del Gobierno de Pedro Sánchez para rescatar el proyecto contra las avenidas de Arriondas, "olvidado en un cajón desde hace años" y que prevé una inversión de 15 millones para la sustitución de puentes que constriñen el cauce y para levantar nuevos muros de contención.

Vega, la niña que vino con una alerta por riadas bajo el brazo

A Jessica Riestra ni la alerta por inundaciones que obligó a desalojar el hospital de Arriondas le quitó la alegría por haber dado a luz a su segunda hija, Vega. La niña nació el miércoles sobre las nueve de la mañana y apenas veinticuatro horas más tarde ya estaba viajando en capazo rumbo a su nuevo hogar en el núcleo de Nieda (Cangas de Onís). Lo normal es que las parturientas y sus retoños permanezcan ingresados al menos cuarenta y ocho horas pero la situación de emergencia hizo que madre e hija, que se encontraban en perfecto estado, fueran de las primeras en recibir el alta. Los profesionales médicos les comunicaron la noticia ayer sobre las nueve de la mañana. El encargado de ir a recogerlas fue el padre de Vega, Pedro Alonso, que tampoco podía contener la emoción por el nacimiento. "En vez de traer un pan debajo del brazo trae una evacuación", bromeaban algunos usuarios de las instalaciones parraguesas. Otros apostaban por bautizar a la niña con el nombre de "Sella" en referencia al río cuya crecida provocó el forzoso desalojo del hospital de Arriondas. La evacuación del hospital de Arriondas se hizo de forma escalonada y en función del estado de gravedad que presentaban los pacientes, muchos de los cuales fueron trasladados en ambulancia a hospitales cercanos a lo largo del día de ayer.

Temporal en Asturias: Así fue el desalojo del hospital de Arriondas

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