Antonio Virgili trasladó ayer al consejo de administración de la Radio Televisión del Principado (RTPA) su dimisión como director general, que comunicará oficialmente dentro de un mes. El periodista ovetense deja de estar al frente del ente público al entender que su ciclo se ha acabado tras ocho años como director general, sujeto a fuertes presiones políticas.

Al trasladar su decisión quiso dejar claro su "agradecimiento" a los diferentes gobiernos del Principado con los que coincidió, al igual que a los consejos de administración y a los trabajadores de la RTPA. Virgili argumentó su salida por "motivos personales". Según ha podido saber este periódico, necesita vivir a caballo entre Madrid y Asturias; tiene varios proyectos sobre la mesa, alguno relacionado con el mundo del deporte, y lo que sí tiene claro es que retomará su labor docente en la Universidad de Navarra, que tiene campus en la capital española. En cualquier caso, Virgili no tiene nada cerrado respecto a las ofertas que se le han planteado y, de hecho, no le corre prisa escoger de forma inmediata. Igualmente, aunque no tiene nada cerrado y es posible que rechace propuestas, le han llegado ofrecimientos para trabajar en la campaña de varios partidos, dado que mantiene buena relación con varios líderes políticos. Entre ellos, el PP: Teresa Mallada está ultimando su equipo de campaña.

Respecto al futuro de la TPA, el consejo de administración debe nombrar un director general interino, para lo que Virgili ha sugerido que escojan a "alguien de la casa". El sustituto definitivo deberá ser aprobado en la Junta del Principado por una mayoría de dos tercios de la cámara o, en última instancia, por mayoría absoluta. Todo un reto de consenso para un parlamento muy fragmentado.