El conflicto desatado por la candidatura de Rosa Espiño a las primarias de Podemos en Gijón ha tensado la relación entre la dirección regional de la formación morada y la nacional. Esta situación se suma a otros problemas sobre las candidaturas en distintos territorios del país, como Cantabria o La Rioja, donde los procesos están congelados. Aunque fuentes de Podemos Asturias creen que el problema no acabará en una confrontación entre direcciones del partido, sí ha causado malestar la forma de proceder de Madrid, "ya que la interpretación que hace de sus propios estatutos es arbitraria".

El problema con Rosa Espiño se produjo cuando el comité electoral autonómico anuló la candidatura de la diputada, que optaba a las primarias de Gijón, al considerar que no cumplía la norma que obligaba a un mínimo de tres meses inscrita en el círculo local de Podemos. Sin embargo, la secretaría de organización estatal, en manos de Pablo Echenique, revocó la decisión y dio de paso la candidatura de Espiño. Según Madrid, la circunscripción en la que la diputada debía acreditar tres meses de militancia era Asturias, y no Gijón, donde optaba a ser candidata. Dirigentes de Podemos consideran ilógica esta interpretación. Hay quienes ven detrás un intento de la dirección estatal de "salvar" a una candidata afín. No en vano, algunos dirigentes nacionales, como Fran Casamayor, habían expresado su respaldo a Espiño.

La lectura que hace Madrid de los estatutos podría desatar una caja de pandora jurídica. Según la dirección nacional, cualquier persona de Asturias podría, técnicamente, presentarse a las primarias de cualquier municipio, una posibilidad que hasta ahora ni se consideraba.