"España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio..." Javier Fernández revisó sin citarlo a Marcelino Menéndez Pelayo. La ajada retórica del nacional catolicismo franquista resucitó en su memoria, dijo el presidente del Principado en la Junta, al ver flamear las banderas de la manifestación convocada el pasado domingo por las derechas y "por la unidad de España". Al recordar también otras concentraciones anteriores contra el matrimonio homosexual o la ley del aborto que hacían ondear "un mar de banderas, muchas más que ahora, como un huracán de aquellos de las películas de Kurosawa", el presidente del Principado deslizó una advertencia dirigida al PP sobre las malas compañías. "Eso siempre me ha mosqueado", porque "según los aliados que tenga cada uno", dijo sin citar a Vox y en réplica a una pregunta de la portavoz popular, Mercedes Fernández, "hay que tener en cuenta que puede volver" la derecha que quiere "secuestrar para sí la bandera, los símbolos, el nombre y la idea de España".

Mercedes Fernández había introducido en la sesión de orientación al Gobierno una pregunta al Presidente sobre "los últimos acontecimientos protagonizados por Pedro Sánchez y el separatismo catalán" y el jefe del Ejecutivo autonómico había dejado dicho que esto ya lo había dicho él, que "yo ya pensaba que la negociación" entre sus compañeros del Gobierno socialista y los independentistas, que calificó no obstante de "bienintencionada", "no iba a tener éxito". En un cara a cara menos tenso que otros que se les recuerdan, Javier Fernández también aprovechó para situar su idea de España a prudente distancia tanto de la que tienen los independentistas como de la que defiende el PP y "algunos amigos de ustedes".

Mientras en Madrid se adelantaban las elecciones generales al 28 de abril, en la Junta la andanada de Mercedes Fernández reprobaba en clave electoral nacional la anomalía de que "el separatismo marque la agenda del Gobierno" y haya sido quien en realidad ha decidido la fecha de los comicios. El Presidente la corrigió con la sentencia de que en los últimos años ha marcado "desgraciadamente la de todos los gobiernos" y la líder de la oposición reprochó la inacción socialista frente a la quiebra del principio de solidaridad que a su juicio supone la entrega a Cataluña de "una negociación bilateral y un plus de recursos frente a los asturianos".

"Rebelión a bordo"

Terminaron a pescozones dialécticos, hurgando cada uno en el interior del partido del otro. Mercedes Fernández aludiendo a la "rebelión a bordo" en el socialismo frente al "disparate de la figura del relator", detonante último a su juicio de la convocatoria electoral; Javier Fernández devolviendo el golpe en la herida de la mal llevada bicefalia popular: "Después de lo que usted ha pasado en su partido, no debería querer enfrentarme con el mío".

Al cruce hipotenso de pareceres entre Presidente y oposición llevó Podemos ayer el reto demográfico, el de la "realidad cruda" y la "situación de emergencia" que "condena al suicidio a nuestra tierra". Enrique López, portavoz podemista, preguntaba por la responsabilidad que a sí mismo se atribuye Javier Fernández. Pero el Presidente replicó a la contra, releyendo unos programas electorales en los que Podemos "nunca ha prestado demasiada atención" a la crisis demográfica asturiana, dándoles la bienvenida a la preocupación y despejando. Hablando del plan que al respecto ha presentado su gobierno y está pendiente de debate y asegurando que "si España y Europa no toman decisiones", el problema "no tiene arreglo". "Esto es más complejo".

Discurrió el resto de la sesión por caminos conocidos para el Presidente. Algunos sencillos. A la pregunta de la portavoz de IU, Concha Masa, sobre políticas de igualdad situó a Asturias "a la cabeza de este tipo de políticas". Ante la repetición del debate sobre el ancho de las vías del AVE a Asturias, replanteado ayer por el diputado de Foro Pedro Leal, repitió la acusación de haber retrasado la apertura de la Variante "doblando el brazo" al gobierno popular hasta que aceptó sus exigencias sobre el ancho estándar.