El abogado del presunto inductor del asesinato de Javier Ardines es uno de los más prestigiosos penalistas de España, Javier Beramendi. Diplomado en criminología, ha participado en varios de los casos más mediáticos acaecidos en la comunidad vasca en los últimos años, en múltiples ocasiones defendiendo a altos cargos del PNV.

Consiguió rotundos éxitos, por ejemplo, al lograr la absolución del que fuera jefe de la Inspección Fiscal de Vizcaya Juan Ramón Ibarra, y el sobreseimiento de una causa contra el exdirector territorial de Sanidad José Ramón Elorriaga. Los casos Ibarra, Margüello, De Miguel, Glass y Cearsolo fueron algunos de los que forjaron su fama.

Sólo uno de los tres abogados de oficio que comenzó el proceso penal asistiendo a los detenidos acabará finalmente representando a su cliente. Se trata de Adrián Fernández, un letrado con despacho en la calle Uría de Oviedo que ya lleva días trabajando en este procedimiento y que asiste al argelino que se ha declarado culpable y que fue el único en admitir su participación en este crimen.