La temporada de gripe que ahora está concluyendo se salda por el momento en Asturias con un 20 por ciento menos de afectados que la anterior, y también con menos casos graves y menos fallecidos. Éste es el balance -aún provisional- de una campaña que acumula una tasa de 2.411 enfermos por cada 100.000 habitantes, lo que sitúa la cifra absoluta en unos 25.000, frente a los aproximadamente 31.000 de la temporada 2017-18.
Sin embargo, la afluencia de enfermos a los servicios sanitarios ha sido intensa. Por ejemplo, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha atendido más urgencias en enero y febrero de este año que en el mismo periodo de 2018. "Tanto el HUCA como el Hospital Monte Naranco hemos tenido una fuerte presión asistencial, especialmente en las últimas semanas", explicó ayer Luis Antuña, jefe del área de Urgencias del HUCA. Conviene tener en cuenta que, en el invierno pasado, la fase de epidemia de gripe más intensa se produjo en diciembre (de 2017).
Según el doctor Antuña, a la acción de los virus de la gripe se ha sumado la de otros gérmenes que generan cuadros respiratorios, y no sólo en personas mayores. En su informe de la semana pasada, la Consejería de Sanidad daba pistas sobre esta situación: "Aunque en descenso, los virus gripales continúan dominado el panorama de los virus respiratorios, pero se detecta un repunte apreciable en la circulación de adenovirus".
Vacunas reforzadas
Un factor relevante de la epidemia de gripe actual -que aún no ha concluido- es que no ha circulado el virus B, que el año pasado provocó daños abundantes a una población que no estaba inmunizada de forma natural frente a un germen de este tipo. En esta temporada se está registrando una circulación casi exclusiva de virus gripales A, con dos subtipos: el A(H3N2), que aglutina el 70 por ciento de los analizados; y un menor nivel de circulación del virus pandémico A(nH1N1), que comprende el 30 por ciento restante.
Las vacunas de la gripe que se aplicaron el pasado otoño fueron reforzadas con una sustancia química que mejora la respuesta inmune.
