Era un joven trabajador, que desde niño tenía un sueño: ser bombero. "Era su pasión", señaló Moisés Ibáñez, al recordar a su amigo Óscar Díaz, el transportista de 27 años fallecido en Sevares aplastado por su camión cuando intentaba subirse para detenerlo. Ibáñez lamentaba la mala suerte del chaval.

Uno de los primeros en llegar a la zona fue José Antonio Rivero. "Iba para Infiesto cuando vi que el camión casi invadía un carril de la nacional y paré en el arcén. La sorpresa fue total cuando al acercarme a la cabina me la encontré vacía", narró. "Después ya miré para arriba y vi al tractorista haciendo señas raras con las manos. Fui subiendo carretera arriba en dirección al cementerio y a los pocos metros del camión ya me encontré al chaval destrozado", añadió. Los vecinos llamaron al 112 pero no había nada que hacer", explicó, desolado.

Lugareños como Secundino Palacios lamentaron la desgracia e incidieron en que podía haber sido mayor si el camión hubiera cruzado la general y chocado con alguna de las viviendas de la zona. "Sentimos un estruendo muy gordo. Tardaremos en olvidar lo sucedido. El chaval tuvo muy mala suerte", indicó.

81

Muere un joven de 27 años arrollado por su propio camión en Piloña

"Yo estaba en la cocina y oí un ruido muy raro, como algo metálico arrastrándose por la carretera, pero mucho más fuerte", rememoró Antonio Toraño, que reside en un edificio situado a escasos metros del lugar donde el camión derribó el edificio, propiedad de otra vecina, Pilar Martos, que en ese momento estaba en el garaje de su casa, situada a apenas diez metros , y que solo oyó el estruendo.

Javier Suárez y Luisa Ferrao viven al otro lado de la general. Acababan de marchar a Infiesto cuando ocurrió la tragedia. Al regresar a casa comprobaron que, si no llega a ser por el edificio derribado, el camión habría cruzado la carretera y se hubiera adentrado en su propiedad. No hubiera sido la primera vez: hace unos años un coche casi les entró en casa. "Esta carretera ha dado ya muchos disgustos. Quizá debió construirse en su día una variante, aunque con la apertura de la autovía del Cantábrico se notó muchísimo el bajón del tráfico, antes era imposible circular", señaló Javier Suárez, que recordó al fallecido maniobrando los días anteriores para tomar la nacional desde la carretera del cementerio.