Que un ordenador no funcione tiene su aquél, pero no deja de ser una experiencia compartida por la práctica totalidad de los mortales. Sin embargo, que un ordenador no funcione precisamente durante un examen de informática, y que en ese examen te juegues una plaza fija de funcionario del Principado, confiere a ese fallo tecnológico unos rasgos muy singulares. "Según pasaban los minutos te volvías más loco", testimoniaron a este periódico algunos de los opositores que el pasado martes sufrieron en Oviedo esta especie de rebelión de las máquinas.
Hablamos del tercer examen de un concurso-oposición para administrativos del Principado. Se presentaron 97 candidatos para 32 plazas. Ojo, 97 después de una criba que comenzó con unos 5.300 aspirantes, de los que pasaron al segundo examen en torno a 500.
Tercer examen, decíamos. Prueba práctica de ordenador. Tres ejercicios: uno de Word, otro de Excel y el tercero de Acces. Comienza el examen. A un opositor no le funciona el teclado. A otro, el ordenador no le reconoce el lápiz USB que contiene la prueba. El primer ejercicio consiste en insertar un pie de página, "una cosa muy sencilla, pero a muchos nos insertaba un código, como un campo automático...".
¿Qué dicen los opositores? Que el examen fue un desbarajuste total. Y que la desigualdad de condiciones en las que realizaron la prueba fue de tal calibre que "no hay otra solución justa que repetir el examen". "En un examen de 60 minutos tardé media hora en darme cuenta de que la prueba de Word no iba a salirme, cuando a la compañera de al lado pudo insertar la tabla de contenido desde el primer momento sin comandos y sin nada", comenta una candidata.
Los datos
Concurso-oposición. Proceso selectivo para 32 plazas de administrativo del Principado. Lo iniciaron unos 5.300 candidatos, que tras el primer examen se quedaron en 500, y tras el el segundo en 97. Éstos son los que se examinaron de informática el pasado martes.
Examen. Constaba de tres ejercicios: uno de Word, otro de Excel y el tercero de Acces. A un opositor no le funcionaba el teclado. A otro, el ordenador no le reconocía el lápiz USB que contiene la prueba. Reclaman al Principado que se repita la prueba porque no se examinaron en igualdad de condiciones.
El Instituto Asturiano de Administración Pública "Adolfo Posada" comenzará a recibir estos días un goteo de reclamaciones en las que se le pedirá que el examen se realice de nuevo. "No nos quejamos del tiempo que teníamos para hacerlo, ni de la dificultad de las preguntas, sino de la desigualdad en la que hicimos el examen, que es un motivo de reclamación absolutamente elemental", indicaron algunos de los aspirantes a funcionario.
El grupo de "Whatsapp" que han configurado echa humo. Calculan que los problemas de los ordenadores perjudicaron a dos tercios de los aspirantes. "Estábamos en cuatro aulas, y sabemos que en las cuatro hubo gente a la que el ordenador le funcionó bien, y gente a la que le falló", señalan. A falta de otras explicaciones, sus sospechas apuntan a un déficit en la puesta a punto de las computadoras con las que se examinaron. Explican que esas aulas son las mismas que se emplean para cursos de informática, y que hasta las 14.30 horas del mismo día de su examen se celebraron esos cursos. El examen debía comenzar a las 17.30 horas, aunque se retrasó unos 20 minutos. "Evidentemente, nadie se preocupó de revisar los ordenadores entre el curso y nuestro examen", protestan. Y añaden: "Lo que nos parece inaceptable es que algunos aprueben simplemente porque su ordenador sí funcionaba".
El Instituto Adolfo Posada tiene ahora la palabra.
