"La transparencia judicial es imprescindible para que nuestro trabajo llegue a los ciudadanos (...) de una forma más accesible. Cuanto más se nos conoce, más se nos valora". El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) José Ignacio Pérez Villamil recibió este mediodía la Cruz de San Raimundo de Peñafort, la mayor condecoración de la Justicia en España para reconocer los méritos y dedicación a la impartición de justicia. Su discurso, emocionado, fue un fiel reflejo de la persona, con agradecimientos a todos aquellos con los que ha trabajado a lo largo de cuatro décadas y reivindicativo, defendiendo la independencia de los jueces, la necesidad de modernización y la urgencia de más medios materiales y humanos, "reivindicaciones a todas luces justas, prudentes y proporcionadas", sostuvo.

La imposición de la Cruz de San Raimundo de Peñafort congregó en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias a lo más granado de la judicatura, la abogacía y la procuraduría asturiana, encabezados por el presidente del TSJA, Ignacio Vidau Argüelles. También asistieron, entre otros, los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Álvaro Cuesta y Rafael Mozo; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción; la Fiscal Superior de Asturias, Esther Fernández; el presidente del Principado, Javier Fernández; el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, y la directora general de Justicia del Principado, Encarnación Vicente.

El presidente del TSJA resaltó, en el que puede ser "casi con toda seguridad" su último acto oficial, que su "compañero y amigo" es un "juez independiente, imparcial y profundo conocedor del derecho", firme "garante de los derechos y libertades de los ciudadanos", lo que le hace merecedor de la condecoración que él mismo le impuso. Ignacio Vidau añadió que Pérez Villamil ha demostrado a lo largo de su carrera profesional y hasta la actualidad su "carácter multidisciplinar", hasta convertirse en un "referente" a costa de su "sacrificio personal". "Es un ejemplo en el que nos podemos mirar todos los jueces asturianos", remarcó.

La magistrada decana de los Juzgados de Oviedo, Pilar Martínez Ceyanes, fue la encargada de la "laudatio" de Pérez Villamil, del que destacó, además de su "encanto personal y su quehacer profesional", que se trata de un juez siempre aplica la "prudencia, integridad y ecuanimidad" en todas de sus decisiones judiciales.

José Ignacio Pérez Villamil tuvo en su discurso palabras de agradecimiento para el personal del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), "unos profesionales que son una joya que estamos obligados a preservar y de los que nos podemos sentir legítimamente orgullosos", enfatizó en referencia al tratamiento que recibió como consecuencia de una grave cardiopatía que lo mantuvo de baja durante un largo periodo de tiempo. "Alcanzan la excelencia y son, además, un eficaz factor de reducción de la desigualdad", remarcó.

Y por supuesto, especial y emocionado agradecimiento a su familia, a su esposa, hijos y nietos, que siguieron el acto en primera fila.