Toda Asturias es una gran ciudad y debe funcionar como tal, con una área metropolitana central que genere riqueza y que la irradie al Oriente y Occidente de la región. Para ello es imprescindible un gran consenso social que permita elaborar y avanzar en el proyecto sin localismos, sino con una mirada global. Será la única manera de generar en el futuro actividad económica, riqueza y empleo, porque se necesita esa nueva estructura territorial para estar situados en el mapa, competir y optar a proyectos y ayudas europeas.

Este es en resumen la esencia de la conferencia impartida ayer por el arquitecto Víctor García Oviedo con el título "Diez preguntas que necesitan una respuesta consensuada" en la inauguración de las jornadas organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias sobre el Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA).

El conferenciante, uno de los redactores del Plan General de Ordenación Urbana de Oviedo (PGOU), incidió en la idea de que es urgente "cohesionar" la región, y que dirigir y actuar viendo el conjunto de la región como una sola ciudad permitiría un incremento del 10 por ciento del producto interior bruto (PIB). Y añadió que el área metropolitana central supone, sólo en población, convertirse en la tercera ciudad del noroeste ibérico, sólo por detrás de Oporto y Bilbao.

Uno de los problemas que se tienen que abordar es la constitución de un "ente administrativo" que refuerce a la administración autonómica, pero en el que participen las tres administraciones: autonómica, local y estatal, mediante la fórmula del consenso, ya que la unanimidad, advierte el arquitecto, sólo puede conllevar a la paralización. Por eso, lo que García Oviedo denominó "Proyecto Asturias" debe ser liderado por el Principado, "pero con el respaldo de todos los grupos, fuerzas políticas, instituciones y agentes implicados".

La misión de este ente, que el ponente denominó "Conferencia Metropolitana", sería establecer prioridades para seleccionar los proyectos y los consensos necesarios para sacarlos adelante. Todos ellos partiendo del principio de que no deben existir los localismos y que hay tres objetivos clave: la accesibilidad, la centralidad y la ecología, para conseguir la mejora de la calidad de vida tanto en el centro de Asturias como en las alas.

Se trataría pues, de un ente que debería estar integrado por un consejo estratégico y un comité técnico en el que se establezcan prioridades "para solucionar conflictos, pero nunca para convertirse en más burocracia".

Uno de los problemas, y por eso también un desafío, es que no existe una experiencia específica idéntica a la que se plantea en Asturias, aunque sí hay otros ejemplos de los que se puede aprender. Por ejemplo de lo que se denomina el Gran Bilbao y la construcción del País Vasco como una gran ciudad. El problema, según Víctor García Oviedo, es que en ese caso hay tres territorios históricos, estructurados en torno a la red ferroviaria "Y" y con tres diputaciones forales que tienen capacidad financiera propia. Una situación muy alejada de la asturiana.

El análisis continuará en las siguientes jornadas organizadas por el Colegio de Arquitectos.