Asturias quiere seguir teniendo voz en Europa, pero aún está por ver si se consigue. Durante esta legislatura ha tenido tres eurodiputados: Ángela Vallina (IU), Tania González (Podemos) y Jonás Fernández (PSOE). Solo este último repite, pero en el número 17 de la lista de su partido, que en los anteriores comicios obtuvo 14 escaños, así que su continuidad está en el aire. Ciudadanos presenta también a dos asturianas, una de nacimiento, Susana Solís, y otra por matrimonio, la búlgara Eva María Poptcheva. Son séptima y novena, respectivamente, en la lista de la formación naranja, que en 2015 logró 2 europarlamentarios, aunque en esta ocasión sus expectativas son mucho mejores; tanto que algunas proyecciones indican que podrían irse a Bruselas las dos. Y finalmente está el científico ovetense Bruno Sánchez-Andrade, único asturiano que lidera una lista, la de VOLT, partido proeuropeista de nuevo cuño, al que los sondeos conceden pocas oportunidades de conseguir escaño, pero que logró reunir holgadamente las 15.000 firmas requeridas para participar en los comicios.
Eva María Poptcheva está casada con un asturiano oriundo de Grado, al que conoció en Alemania hace veinte años. Se casaron en Gijón y allí se mudaron en 2006. Conoce bien Asturias. Recuerda que, antes de venir, su visión de España era la de un lugar con mucho sol y calor. Pero llegó en Semana Santa a Gijón y no paró de llover. Aprendió el primer refrán español: "en abril, aguas mil". Pero para ella fue "fantástico, porque le gusta" muchísimo, el verde". Ahora viven fuera, pero vienen a menudo: "soy una enamorada de la gastronomía, me parece la mejor cocina del mundo. Y he viajado mucho".
Poptcheva trabaja como alta funcionaria en la Unión Europea. Una UE que ha asignado a Asturias más de 320 millones de euros desde 2014. "Se está haciendo mucho, la ampliación Museo de Bellas Artes, por ejemplo". Cree que hay que explicar "más y mejor" la tarea de la UE, para que la gente entienda "que es importante y se preocupa por las regiones de Europa". Son, por lo tanto, unas elecciones "sumamente importantes. Vivió muchos años en Alemania, donde estudió Derecho y trabajó como abogada. En Cataluña ejerció también como letrada y como profesora de Derecho Constitucional y UE en Universidad Autónoma de Barcelona. Luego se fue a Bruselas. Y entre la ciudad belga, Barcelona y Asturias anda ahora la familia. Llegó a Ciudadanos tras sufrir "bastante" la deriva nacionalista. Le pareció el de Ciudadanos un posicionamiento "muy razonable, liberal, centrado en la igualdad entre los ciudadanos y no entre los territorios".
Susana Solís (Avilés, 1971) es una ingeniera industrial formada en la Universidad de Oviedo y, como Poptcheva, se estrena en estos comicios, aunque ella tras una trayectoria de cuatro años como diputada autonómica de Ciudadanos en Madrid, un cargo que le supuso una excedencia de su puesto de trabajo en la multinacional farmacéutica Johnson & Johnson. Llegó a la política tras una carrera profesional de 17 años en empresas multinacionales de diferentes sectores, como el del automóvil. En la Asamblea de Madrid, ha sido la portavoz de Ciudadanos en Economía, Hacienda, Empleo y Presupuestos y en la ejecutiva del partido naranja es la responsable de Industria. innovación e I+D+i, un bagaje que le vendrá muy bien si resulta elegida eurodiputada.
"El 26 de mayo tenemos el reto de elegir qué Europa queremos para el futuro: una Europa inmovilista, que es la que hemos tenido con los grandes partidos en los últimos años o podemos ir atrás, con lo que nos proponen los nacionalistas y los populistas", sostiene Susana Solís, que resume el argumentario del partido naranja: "Ciudadanos propone una Europa reformista, mucho mejor y con mayor integración. Por eso hay que afrontar los cambios necesarios. Ciudadanos compromete el trabajo de un equipo que pretende ganar influencia para España ante la oportunidad que, en este sentido, supone el Brexit. Somos personas que no vamos a Bruselas a jubilarnos sino a aportar". Y entre esas reformas, la candidata avilesina apunta a una que afecta muy directamente a los agroganaderos asturianos, la de la Política Agraria Común: "debe dar cabida y ayudas a las pequeñas explotaciones. El ciudadano debe sentir que la UE no es ese ente lejano y burocrático que no soluciona sus problemas sino su futuro". Y compromete trabajo en Bruselas para que "la industria asturiana pueda competir en igualdad de oportunidades" en lo referente a los pagos por derechos de emisión de CO2 y tenga una tarifa eléctrica competitiva.
El ovetense Jonás Fernández quiere estar de nuevo en Bruselas porque en los últimos años Asturias se juega mucho: el futuro de su sector industrial, de su sector agroganadero, muchas ayudas... Y sostiene que su partido, el PSOE, es "la única opción comprometida con Asturias y que se preocupa por ella". Destacó que los candidatos de otros partidos tienen intereses ajenos a Asturias y que, si no resulta reelegido la región "corre el riesgo de quedar sin voz en Bruselas". Él lucha por seguir siendo esa voz.
