A los políticos les pido que hablen inglés. Incluso un par de idiomas más. Que cursen estudios superiores, con esfuerzo y a la primera para no jugarse la beca. Que sean jóvenes bien preparados haciendo cola para subirse a un autobús, tren o avión y buscar fuera la oportunidad laboral cualificada que siguen sin encontrar aquí. Les animo a ser hipotecados en su primera y, casi seguro, única vivienda; a ser números de múltiples listas de espera (sanidad, empleo, dependencia etcétera); a ser pluriempleados apilando un jornal minúsculo; a ser autónomos enfermos que, oficialmente, nunca enferman; personas con trabajos invisibles no remunerados pero socialmente necesarios. Les pido que busquen la conciliación, en su casa y en la de los demás, para hacer la vida más fácil a mucha más gente. En definitiva, que se pongan en la piel de muchos ciudadanos honrados cuyas vidas, ilusiones, familia, salud y cultura van a gestionar.
Le pido al que mande