Prisión para uno de los detenidos, el que sería autor material de la patada mortal a David Carragal, y libertad pero con imputación para sus amigos. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha informado esta tarde que la magistrada titular del Juzgado de Instrucción nº 4 de Oviedo ha dictado, de acuerdo con el Ministerio Fiscal, una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza para J. C. C, llanisco de 18 años pero residente en Oviedo, por un delito de "homicido doloso", lo que implica la intencionalidad de causar el mayor daño posible. Esa valoración inicial no implica que dicha calificación pueda ser modificada a lo largo de la instrucción. Sus compañeros, R. B. D., de 19 años, y A. S. S., de 18, quedan en libertad provisional con la imputación, que también tiene el principal acusado, por un delito de omisión del deber de socorro.

Los tres jóvenes detenidos han declarado bajo la misma asistencia letrada y J. C. C. ha reconocido ante la magistrada haber lanzado una patada a la víctima, aunque sin poder precisar si le había alcanzado o en que parte del cuerpo había impactado. La magistrada sin embargo ha dictado la orden de prisión atendiendo a la gravedad de las consecuencias finales de los hechos.

Los otros dos investigados, a quienes en este momento no se les considera participantes directos en la agresión, aunque sí estaban en el lugar de los hechos en el momento del suceso, han quedado en libertad (también a petición de la Fiscalía), pero siguen vinculados a las diligencias con obligación de estar a disposición del juzgados por si fuera necesaria una nueva declaración o cualquier otro requerimiento. Lo que inlcuye que tienen el deber de comunicar cambio de domicilio o cualquier otra circunstancia que pudiese dificultar su localización.

Los tres acusados declararon en sede judicial después de haber pasado más de 24 horas en los calabozos de la Jefatura de Policía de Oviedo. También han comparecido varios testigos de los hechos.

Los tres relatan, según su defensa, que se encontraron a Carragal -que iba acompañado de dos amigas- en un semáforo cercano al lugar de la fiesta de La Florida. Pasaban las cuatro y media de la madrugada del 10 de junio. Su versión ante la Policía siempre se ha mantenido igual: que "hubo un cruce de miradas y un pique, que uno de los agresores lanzó una patada al aire pero no saben si llegó a darle bien (a Carragal)". No dicen lo mismo los testigos. Uno de ellos declaró que "el alto le había dado a la víctima una patada en la cabeza", un testimonio al que la Policía le da credibilidad. También hay testimonios que afirman que le siguieron golpeando cuando ya estaba en el suelo malherido.