"No me avergüenzo de mi culo, por mucho que lo critiquen". Sergio Álvarez Palacio, asturiano de Sariego, no pierde el sentido del humor. Su trasero se ha hecho famoso, al propagarse viralmente en varias fotografías y un vídeo durante la celebración del Orgullo LGTB 2019, el pasado fin de semana, en Madrid.

Estaba junto a la estatua de Velázquez, cerca del Museo del Prado, junto a unos amigos, viendo la marcha, cuando vio aparecer a dirigentes y militantes de Ciudadanos. Él ya había manifestado en las redes sociales su opinión: "Si no están de acuerdo con el manifiesto, ¿para qué vienen? Que elaboren otro y convoquen su propia marcha". Cs, según él, no debió acudir a la manifestación. "Eso hubiera sido lo lógico", señaló ayer.

Como uno de sus amigos llevaba la típica falda escocesa (kilt), Sergio ideó una forma de protesta. "En ningún momento quise insultar, sólo darles la espalda y ya que nos quieren joder, al menos que nos vean el culo". Dicho y hecho. Sergio enseñó sus posaderas.

Lo siguiente que sintió fueron empujones y agresiones. No sabe si los autores fueron miembros del servicio de seguridad o los manifestantes de Ciudadanos. El caso es que lo tiraron al suelo, pero él decidió que no lo doblegarían, así que hizo fuerza... y de ahí algunas instantáneas, "que parecen lo que no son. No, no quería defecar", señaló el saregano. "Uno todavía tiene clase", añadió.

Sergio salió malparado: le hicieron un moratón y, al arrastrarlo por el suelo, se lastimó los codos. "Heridas menores, sin importancia". Lo peor, que le rompieron las gafas y tuvo que utilizar las de sol graduadas toda la noche. Nadie puede acusarle de ser el agresor. Mide 1,83 metros y pesa "menos de 140 kilos", así que podría haberse revuelto, alega. Pero no lo hizo.

Dice que es "un simple vecino" de Sariego y "un militante de base de los miles" que tiene la Federación Socialista Asturiana (FSA). Un afiliado que en varios momentos ocupó cargos como el de secretario de Organización, el de Política Municipal y alguno más en las Juventudes Socialistas (JJ SS). Su única preocupación, su madre y su pareja, que lleguen a pensar que él esté sufriendo. No, no sufre. Se ríe de todo, hasta de su culo: "Fue, simplemente, un calvo".