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"La sensación de inseguridad es evidente", afirman los usuarios habituales del parque

La mayoría de mujeres retrasan horarios para ir a correr o pasear con mascotas y exigen más iluminación en la margen del río en Viesques

Clara Costales, ayer, mientras hacía deporte en el parque. JUAN PLAZA

La mayoría de los usuarios habituales del parque fluvial de Viesques ha extremado precauciones tras conocerse la agresión sexual que sufrió una mujer mientras practicaba deporte por la senda. Muchos, especialmente las mujeres, han retrasado sus horarios para salir a correr y acuden ahora acompañados. "Salgo siempre sola a pasear con mis perros por la zona y no creo que ahora lo vuelva a hacer; hay una sensación de inseguridad evidente en las mujeres, que se extiende ya a toda la ciudad desde hace un tiempo", afirma Jessica Hermosilla, habitual de la zona. Otros usuarios, en cambio, mantienen sus rutinas, pero instan a la colocación de más farolas en puntos "demasiado oscuros" de la margen izquierda del río.

La violación consumada es tema de conversación en cada recoveco del parque, desde la zona canina hasta el parque infantil. "Hay preocupación, aunque se trate de un caso aislado, pero es un parque donde la gente venía muy tranquila caminando", explica Víctor Sariego, que pasea a diario con sus mascotas. "Nos reunimos unas 40 personas y es lo que se escucha en el ambiente; que tienen a sus mujeres, hermanas o hijas que ya no salen solas a correr o que toman más precauciones", añade. Es el caso de la mujer de Álvaro Fernández. "Ella es de las que sale siempre a las siete de la mañana, pero ahora hemos cogido un poco de miedo y le he pedido que tenga cuidado y espere por lo menos a que amanezca para salir a correr", explica Fernández. "Estamos todos preocupados y asustados, pero confiando en que sea un hecho aislado", añade.

La sensación de incertidumbre, no obstante, también afecta a quienes atraviesan el parque a horas más avanzadas. "Suelo pasar un par de veces por semana, sobre esta hora -la una del mediodía- y siempre es muy tranquilo, nunca noté nada raro; pero igual es que estoy obsesionada por la noticia y ahora venía mirando para atrás cada poco", confiesa Susana Rodríguez. Esa tranquilidad la percibe también Mariluz Hernández, que trabaja como cuidadora de un bebé desde hace poco. "Siempre suelo ver a la misma gente, paseando, en bici o en el parque y siempre hay la misma tranquilidad, de hecho no he notado ningún cambio en estos últimos días", aporta Hernández.

También están los que se niegan a cambiar sus rutinas pese a lo "terrible" de lo ocurrido. "Suelo salir a correr al mediodía y alguna noche; y seguiré igual, no puedes salir obsesionada", afirma Clara Costales. En cambio, sí advierte que hay zonas de la senda fluvial, especialmente en la margen izquierda del río, "que están bastante oscuras". "Deberían poner más iluminación para dar mayor seguridad, aunque a veces no cambie nada, pero al menos puede dar mayor visión", explica Clara Costales.

Más policía en la zona

La presencia policial en la zona de la agresión sexual se ha incrementado desde este lunes, precisamente para combatir esa sensación de inseguridad. Es el procedimiento habitual, cada vez que ocurre un hecho delictivo en una zona de la ciudad se intensifica la presencia policial, tanto con distintivos como vehículos camuflados.

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