Los principales implicados en el caso "Marea", el mayor juicio por corrupción conocido hasta ahora en Asturias, ingresarán el lunes en prisión. Por la mañana, entre las 9.00 y las 12.00 horas, tendrán que pasar personalmente por la Audiencia Provincial que deberán cumplir antes de la medianoche. Uno de los acusados, el empresario Alfonso Carlos Sánchez, propietario de Almacenes Pumarín, ha solicitado el indulto y la suspensión de la ejecución del ingreso, pero de momento no ha obtenido respuesta.

El auto de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias que ordena el ingreso en prisión llega nueve años después de que se iniciaran las investigaciones del "caso Marea", y sólo 20 días después de que el Tribunal Supremo resolviera los recursos y dictara sentencia, rebajando las penas impuestas a los principales acusados, a excepción de la exfuncionaria Marta Renedo, para la que mantuvo la condena de nueve años de prisión. También debe abonar una multa de 480.000 euros.

La orden de ingreso es para el exconsejero de Educación José Luis Iglesias Riopedre, condenado a 5 años y 2 meses y multa de 400.000 euros; la exdirectora general de Educación María Jesús Otero, que deberá cumplir 5 años y 5 meses; Víctor Manuel Muñiz Menéndez, propietario de Igrafo, con una pena de 5 años y 2 meses además de 1,5 millones de multa y Alfonso Carlos Sánchez Sánchez, dueño de Almacenes Pumarín, que debe cumplir 2 años y 8 meses y abonar 1,9 millones de multa.

El auto de la Audiencia Provincial establece que otros dos acusados Maximino Fernández Álvarez y Antonio José Azorín Iglesias, presenten la documentación de antecedentes penales y alegaciones para evitar su ingreso en la cárcel. Sus abogados, los penalistas Luis Tuero y Alberto García Montes, respectivamente, se mostraron ayer optimistas ante el hecho de que no deban hacerlo, ya que su condena es inferior a los dos años de prisión, carecen de antecedentes penales y policiales y abonarán la multa que le corresponde a cada uno: 1.800 euros en el caso de Maximino Fernández y 2.520 euros en el de Antonio José Azorín.

El empresario Alfonso Carlos Sánchez (Almacenes Pumarín) presentó esta misma semana la solicitud de indulto, que debe conceder el Consejo de Ministros. El proceso se puede prolongar en el tiempo, pero simultáneamente también pidió que se suspenda el ingreso en prisión hasta que se resuelva. Su abogado, Javier Díaz Dapena, declinó ayer pronunciarse. Pero en el auto de la Audiencia figura su internamiento.

Miguel Valdés-Hevia, abogado de Víctor Manuel Muñiz (Igrafo), señaló que ya había advertido a su representado de que el auto de ingreso en prisión podría salir "en estos días". También señaló que el empresario le había comentado que "por duro que sea, cuanto antes mejor", y que él le seguirá representando para presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, para lo que tiene un plazo de 30 días.

La situación de José Luis Iglesias Riopedre es la más favorable de todos los condenados, según coincidieron en señalar distintas fuentes. La razón es que el exconsejero de Educación cumplirá el próximo mes de noviembre 80 años y su estado de salud es delicado, lo que probablemente hará que se pueda acoger antes que los demás a los beneficios penitenciarios. O dicho de otro modo, disfrutar antes del tercer grado (régimen de semilibertad).

"Es una creencia falsa que cuando se superan los 70 años es muy difícil que ingresar en prisión. No hay edad ni se reduce la condena. Otra cosa es que si se cumplen determinadas condiciones, el reo se pueda acoger antes a los beneficios del sistema penitenciario. Nada más", aclaró una de esas fuentes.

En principio, los acusados tienen previsto ingresar en el Centro Penitenciario de Asturias, aunque algunos admitieron no haberlo decidido todavía de manera definitiva. Y es que pueden presentarse en cualquier centro penitenciario del país. Pero en principio, por vínculos familiares, se quedarían en el Principado. Surgen más dudas en el caso de las dos condenadas, Marta Renedo y María Jesús Otero, que podrían optar por presentarse en una cárcel sólo de mujeres.

La razón es que el Centro Penitenciario de Asturias sólo tiene un módulo de mujeres, el número 10, en el que están las internas sin distinciones por delitos cometidos. Las fuentes consultadas indicaron que hay cuatro cárceles sólo de mujeres, en las que existe separación por módulos, igual que en las masculinas. Pero de momento hay que esperar su decisión.